La sanidad pública balear perpetúa su precariedad un verano más: "O se reforma el modelo, o colapsará el sistema"
Simebal lamenta una nueva temporada con una demanda que no pueden asumir unos profesionales escasos y en plenas vacaciones. El complemento autonómico de seis mil euros por difícil cobertura, insuficiente ante el mercado de vivienda y atraer médicos
Palma
La sanidad pública balear vuelve a resentirse un verano más a consecuencia del aumento poblacional durante la temporada turística y a una reducción del personal por motivo de las vacaciones. Desde el sindicato médico Simebal avisan de un colapso a corto plazo de un sistema que no se sostiene y que necesita de una reforma urgente y de incentivos para los profesionales.
El portavoz, Claudio Triay, ha explicado que ha sido una temporada con picos de atención similar en julio y agosto, pero extendida en el tiempo, dada la prontitud con la que arrancó. A día de hoy, a mediados de septiembre, la demanda sigue siendo muy exigente. "Ha sido muy parecida a la de 2023, con la salvedad de que arrancó mucho antes, en abril, mayo y junio hemos tenido picos de hasta un 10%", ha indicado.
La situación se especialmente preocupante en las Urgencias de la Atención Primaria, además de la hospitalaria. Han recordado en el sindicato que, en ese contexto de vacaciones del personal, "se asume no solo la demanda de los viajeros, también la de los trabajadores de la península que vienen a hacer la temporada y que se asignan un médico de cabecera al llegar".
El complemento de difícil cobertura, "insuficiente"
El principal problema que detectan los facultativos es que los incentivos no son suficientes, aludiendo al complemento de puesto de difícil cobertura que el Govern aprobó para los médicos de Pitiusas y Menorca. Se trata de seis mil euros anuales extra, que pueden alcanzar los 20 mil en el caso de las plazas de muy difícil cobertura.
"Es un paso importante, pero no suficiente, sigue sin ser atractivo llegar a Baleares por el precio de la vivienda; sobre todo en verano, con alquileres de 1.500-2.000 euros en Ibiza y 1.000 en Menorca", ha lamentado. Más difícil se hace, ha agregado Triay, viendo las condiciones que se ofrecen en otros países europeos, que está provocando el éxodo de profesionales, un problema que se extiende también a nivel nacional.
El plan del Ministerio de Sanidad de ampliar las plazas MIR y también las de las facultades "no es una solución a corto plazo teniendo en cuenta que un médico puede tardar unos diez años en terminar de formarse". Son tres las medidas que plantea para empezar a poner coto a esta situación: "Ante todo, aumentar las retribuciones. En segundo lugar, disponer de más tiempo libre para desconectar de un trabajo que está sobrecargado. Y, por último, tener la oportunidad de seguir formándose. Hay que considerar al profesional de la medicina como lo que es, no como una máquina de ver pacientes", ha avisado.
Tiene claro Triay que las condiciones actuales; especialmente, en la Atención Primaria, área donde no se reponen las jubilaciones, están poniendo en jaque el sistema público de salud. "Hay que hacer una reforma, tenemos el cóctel perfecto para que colapse la sanidad pública", ha subrayado.