1-2 Demasiado castigo para el Ibiza

Ibiza

Otro final cruel para la UD Ibiza que ha visto como los puntos volaban de Can Misses a Murcia con un gol visitante en el descuento. No mereció perder el equipo ibicenco, discreto en el primer acto, pero superior a su rival tras el descanso. Sin embargo cuando los locales jugaban para ganar y habían desperdiciado un gol cantado, vieron como en una contra el conjunto murciano se llevaba el triunfo. Pudo empatar todavía la UD con un cabezazo de Guillem Molina que se estrelló en el palo.

Primera derrota celeste, desde la llegada de Paco Jémez, paso atrás en la clasificación, aunque la imagen que ha dado el equipo, sobre todo en el segundo tiempo ha sido buena, con un entrenador valiente. Eso sí, Jémez sigue teniendo trabajo para que su equipo sea capaz de generar más ocasiones de gol y sobre todo hay que enchufar a jugadores fichados para ser importantes y que hoy son una rémora para el equipo. Y su concurso se antoja fundamental más allá de los movimientos que puedan producirse en el mercado de enero.

El primer tiempo fue un quiero y no puedo del Ibiza ante un Murcia que apenas tuvo la pelota, pero que generó todas las ocasiones claras de gol y marró un penalti.

Nada más darse el pitido inicial, los locales se adueñaron del balón, pero su posesión era inane. Los visitantes apretaban muy arriba y después se organizaban en su campo para tapar todos los caminos a los ibicencos. Toques y más toques en zonas lejanas al área y algún error en la entrega que castigaban siempre los visitantes. El primer aviso lo dio Pedro Benito, con un disparo raso que resolvió bien Belman.

El guion no variaba, el esférico en las botas de algún futbolista celeste, sin conseguir romper líneas ni acercarse a los dominios del portero Gazzaniga. En cambio los murcianos cada vez que llegaban a la portería ibicenca generaban peligro. Y en una acción a balón parado el Murcia se puso por delante a los 15 minutos, tras una falta de Escassi a Pedro Benito, junto al banderín de córner, el centro lateral lo despejó Escassi a la frontal y allí Loren Burón, libre de marca, puso la pelota lejos del alcance de Belman en una acción de mucha clase.

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El gol hizo daño a los de Jémez y fortaleció el plan del Murcia. Todo eran contratiempos, Jesús Álvarez lesionado dejaba su sitio a Olabe y el partido ha tenido que pararse y unos minutos para que los servicios médicos atendieran a un aficionado del Ibiza por una indisposición. Cuando se reanudó el choque, más de lo mismo, El Ibiza no daba con la tecla en ataque, con Naranjo ausente, Quique aislado y Gallar que tampoco encontraba la inspiración. Pases cortos en la medular, algún centro lateral inocente e impotencia ibicenca para generar futbol ofensivo.

El Murcia seguía agazapado y en un grave error de Astals pudo ampliar su renta. El lateral celeste erró en la cesión desde el medio campo a su portero y el esférico quedó a los pies de Burón, que enfiló el área perseguido por Astals que acabó cometiendo un inocente penalti. Belman se hizo grande y detuvo el disparo de Real y poco después en un saque de esquina volvió a salvar el segundo del Murcia.

En la otra portería nada. El Ibiza seguía con su fútbol raquítico, un centro de Gallar estuvo a punto de cazarlo un torpe Naranjo y otro disparo desde fuera del área de Gallar a las manos de Gazzaniga fue todo el arsenal ofensivo local en una primera parte con poco ritmo, algunas fricciones, porque se notaba en el césped que los puntos del choque

Jémez tuvo claro que algo había que hacer y fiel a su estilo apostó por el riesgo con un triple cambio, quitó a dos defensas, Escassi y Jesús Jiménez y un inoperante Naranjo y dio entrada a Mo Dauda, Monjonell y Pau Ferrer. Cambio de sistema con Molina pasando a la posición de central izquierdo, Dauda como carrilero y Pau Ferrer como nueve.

Y en el segundo tiempo salió la UD mucho más vertical , con más ritmo en el juego y muy pronto a los 56 minutos igualó el choque en un centro lateral de Quique y de tacón Pau Ferrer mandó a la red con un toque de calidad. El primer tanto del joven atacante esta temporada fue de traca. Y el gol hizo más grande a los locales y empequeñeció al Murcia que pasó la mayor parte del segundo acto en su campo y apenas creó peligro.

La iniciativa era del Ibiza con un juego más ofensivo, circulación rápida de balón , y evitando contras, aunque sigue habiendo jugadores de los que se espera mucho y ofrecen poco. Quique siempre sale perdiendo en los duelos individuales porque está lento en su juego y para más inri ha desperdiciado un gol hecho en la recta final del choque. Y lo mismo puede decirse de Mo Dauda faltó de ritmo para intentar el uno contra uno. Naranjo es otro jugador del que se esperaba mucho y hasta ahora su rendimiento es decepcionante.

Unai Medina fue el último recambio celeste ocupando el lugar de Astals y dominio celeste no generaba muchas ocasiones, más allá de un par de centros que conjuró la defensa murciana y un disparo de Quique que atajó bien Gazzaniga. Se llega bien a las inmediaciones del área, peero sigue faltando más precisión y claridad en los metros finales.

Se entró en los compases finales por todo por decidir, con el Murcia estirándose algo más, y el Ibiza tuvo el segundo en una buena recuperación de de Unai Medina que cedió a Gallar que puso el balón a la cabeza de Quique, que estaba solo en la raya de gol con Gazzaniga batido, pero de forma incomprensible cabeceó hacia fuera. Día para olvidar del delantero ibicenco.

Y el Murcia se encontró con el gol cuando ya no lo buscaba a los 92 minutos, tras una pérdida de Mo Dauda en la medular que propició una rápida galopada de Alcaina y su centro raso lo empujó a la red Carrillo en boca de gol. Castigo excesivo para un Ibiza que pudo empatar en la siguiente acción en un lanzamiento de falta de Eugeni que cabeceó al palo Molina y Quique no pudo aprovechar el rechace.

No hubo tiempo para más, no mereció la derrota el Ibiza que sigue necesitando un mejor engranaje en su juego con algunas piezas que chirrían.