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Fútbol

0-1. Quo Vadis Ibiza?

Tercera derrota seguida del equipo ibicenco que ha ofrecido una pobre imagen ante el Algeciras

Matos pugna con un jugador del Algeciras / UD Ibi

Ibiza

El Ibiza ha vuelto a perder en el Palladium Can Misses, esta vez ante el Algeciras, que ha sabido aprovechar las facilidades y los regalos de un equipo que no ha dado una a derechas y que a estas alturas de la competición, a punto de acabar la primera vuelta, no ofrece señal alguna de que pueda aspirar al ascenso. No hay ataque, no se defiende bien y no hay plan de juego. Se ha tocado fondo porque es difícil jugar peor al fútbol.

Da igual jugar en casa o fuera, el bloqueo futbolístico es cada vez más alarmante. Son tres derrotas seguidas y los celestes están siendo uno de los peores equipos en casa en esta primera vuelta. El rendimiento colectivo deja mucho que desear, pero es que hay jugadores con actuaciones incalificables de indolencia y dejándose llevar, como si la guerra no fuera con ellos.

.A medida que pasan las jornadas se está viendo que el problema no estaba solo en el banquillo. Ahora hay un entrenador que ha hecho carrera por su estilo de juego atrevido, pero tampoco se generan ocasiones, se han detectado nuevas carencias y la euforia inicial con su llegada se ha diluido como cuando se abre una gaseosa.

El problema es más estructural y tiene que ver con la composición de una plantilla con nombres rutilantes, pero con un rendimiento deprimente. No se sabe a que juegan los ibicencos, que parecen llevar plomo en las piernas. Se fallan pases y más pases, no hay ideas, tampoco inspiración individual y lo que queda es un fútbol deprimente capaz de cabrear a la muy paciente afición ibicenca que no entiende tanto despropósito y que hoy ha expresado su descontento en muchas fases del partido, harta de ver un peñazo. Con el panorama actual habrá que cambiar muchas cosas y hacer una segunda vuelta casi de récord para aspirar a algo. El otro escenario es todavía más terrorífico, porque se está más cerca de los puestos de descenso que de las que permiten luchar por retornar al fútbol profesional.

El primer tiempo celeste ya fue mediocre. Jémez había apostado por Matos como principal novedad en el once inicial en la banda izquierda, como teórico extremo. Una apuesta que deja retratado a Naranjo, uno de los jugadores fichado esta temporada para marcar diferencias, pero cuyo rendimiento en los partidos que ha jugado y ,se supone que también en los entrenamientos, le relegan al banquillo. Mal negocio hasta ahora su contratación.

Pero Matos tampoco ha sido la solución, atropellado, impreciso y ha rozado la expulsión en el primer tiempo por un manotazo al rival sin venir a cuento en la zona ancha, que el benévolo colegiado, Romero Freixas, ha dejado en tarjeta amarilla. El entrenador del Ibiza no ha querido arriesgar más de la cuenta y tras el descanso le ha sustituido por Naranjo, que tampoco ha mejorado el caudal atacante por la banda izquierda.

Los celestes han estado incómodos, inseguros, desde el pitido inicial. El Algeciras se ha ido arriba a presionar la salida del balón y aquí se han visto todas las carencias que tiene hoy por hoy la UD. Un equipo, plano, sin chispa, incapaz de circular con rapidez la pelota y con errores y más errores en las entregas. Ni siquiera ha tenido el control del partido, porque los andaluces han disfrutado de posesiones largas y a los ibicencos no se les da muy bien correr detrás del balón-

Sorprende ver la cantidad de pases fallados por Eugeni, el encargado de poner orden en la zona ancha, pero no ha sido el único. Javi Jiménez está irreconocible, sigue progresando por su banda, pero se ve desbordado cada vez que encara a un rival y sus centros al área siempre son defectuosos. Olabe dista mucho de dar seguridad como pivote defensivo, Gallar es como el Guadiana, aparece y desaparece y tampoco ha estado fino en sus acciones cerca del área.

Tampoco había mejores noticias en la banda derecha. Mo Dauda, está muy lejos de ser ese jugador rápido y vertical que se esperaba. Solo ha desbordado una vez en todo el partido para llegar hasta la línea de fondo y cuando tenía a tres compañeros para el remate en el área pequeña ha pegado un pelotazo a tierra de nadie.

Todo el caudal ofensivo de los ibicencos en el primer tiempo fue un pase filtrado por Gallar a Astals que abortó Lucho García y un centro de Matos que pifió Eugeni. No hubo más en 45 minutos en ataque de un conjunto que no hizo nada bien y que tenía futbolistas como Quique deambulando por el campo.

Enfrente, el Algeciras gozó de un clara ocasión en un remate de Merchán con toda la portería a su favor, que se fue ligeramente desviado y en un cabezazo de Turillo que se fue alto.

Si el primer tiempo fue malo, el arranque del segundo acto fue peor . El Algeciras dio un par de sustos por la pasividad local y por una pérdida de Escassi donde no se puede perder la pelota. Sin embargo los ibicencos tuvieron una clara ocasión, tras robar Gallar una pelota y cederle el balón en bandeja a Naranjo que en posición escorada delante del portero eligió la peor opción, ni chutó a puerta ni centró bien, con dos compañeros para empujar el balón a la red.

Se esfumó la oportunidad y lo que pudo ser el primero de la UD se convirtió en el primero del Algeciras en una acción en la que Escudero pareció arrancar en fuera de juego, y después se merendó como quiso a Escassi, que no está para jugar, y batió a Belman de tiro cruzado. Un equipo aspirante a algo no puede permitirse tanta pasividad sobre el césped.

Jeméz reaccionó quitando del campo a Olabe y Escassi, un coladero, para dar entrada a Monjonell y a Pau Ferrer.

El Ibiza tenía en el campo muchos futbolistas de perfil atacante y se supone que muy cotizados en el mercado por su teórica calidad, pero era incapaz de generar una ocasión de gol. Todo era un trasteo insulso, un bloqueo futbolístico, una empanada general difícil de entender. No fue capaz de obligar a intervenir al portero del Algeciras en todo el segundo tiempo.

Los intentos locales fueron un ejercicio de impotencia. Ni un remate claro, ni un desequilibrio, un futbol chato, rácano y un Algeciras que no sufrió en ningún momento para defender su renta. Jémez se desesperaba en el banquillo viendo que sus jugadores elegían siempre la peor opción y salían siempre perdiendo en los duelos individuales con Paris Adot sobresaliendo en la zaga. andaluza.

Los visitantes volvieron a dar un par de sustos, porque encontraban huecos para salir, mientras que el Ibiza se estrellaba una y otra vez en la zona de tres cuartos, incapaz de generar una ocasión clara de gol, jugando al tran tran, cuando hacía falta una marcha más para desordenar una defensa que estaba cada vez más cómoda.

No hizo ni cosquillas el ataque ibicenco en los segundos 45 minutos. Ni siquiera en faltas cerca del área o con los saques de esquina consiguió disparar entre los tres palos.

Así se llegó al final de otro partido para olvidar de un Ibiza y el único recurso es que llegue 2025 y revolucionar una plantilla con demasiados jugadores a los que les queda grande la camiseta celeste o que se transformen los que están ahora. Alea Iacta Es.

Joan Tur

Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos...