1-2.El Ibiza no se rinde

Ibiza

Se habían jugado cuatro minutos de descuento, cuando la UD Ibiza ha forzado un saque de esquina en Santo Domingo. El córner lo botó Gallar al primer palo, prolongó de cabeza Jesús Álvarez y en boca de gol, donde debe estar el nueve del equipo, Quique González puso la pierna para mandar la pelota a la red. El gol ponía al Ibiza por delante, le dio los tres puntos en el campo del Alcorcón y los abrazos finales de los jugadores escenificaban que esa victoria era algo más que tres puntos.

En una temporada futbolística hay momentos, acciones, que hacen girar el rumbo, que te hacen recuperar la confianza perdida, que te ayudan a espantar fantasmas y como dice el entrenador, a limpiar cabezas. Todo es más fácil de lo que parece, pero también más difícil.

Si los celestes van para arriba en 2025 se acordarán de esta diana como un instante crucial en el devenir de la competición. Ganar en Alcorcón era vital para no entrar en la UCI, romper una dinámica negativa de tres derrotas seguido y sobre todo, dejar atrás la deplorable imagen que se había dado ante el Algeciras.

Sin embargo, el resultado final y el hecho de que la fortuna sonriera al equipo ibicenco en los compases finales no esconde que sigue habiendo problemas, muchos, y que cuando el rival acelera en tramos de los encuentros y pone esa quinta marcha, que no tiene nunca el Ibiza, se sufre una barbaridad.

Cuando el juego es más rápido hay peligro seguro en el área ibicenca, porque esa velocidad, que no tiene la UD, si se ve en los equipos a los que se enfrenta. En cambio, el Ibiza es un equipo aseado, correcto, muy académico en su juego y que trata bien el balón hasta que llega a un metro del área contraria. Entonces llega la niebla, todo es errático, impreciso. No hay desborde, no hay asociaciones, no hay chispa individual y esto impide que lasa fases de control de los partidos sean una amenaza real para los adversarios.

Jémez había anunciado algún cambio, no solo de jugadores, sino también de posiciones. Su apuesta fue recuperar una defensa con tres centrales, lo que daba la titularidad a Monju y en ataque Naranjo, ocupando el puesto de Mo Dauda, otra vez baja por un problema muscular en los isquios.

El primer tiempo celeste fue más que correcto. LLevó la iniciativa, estaba bien plantado en el campo, recuperaba rápido la pelota, anticipaba en las jugadas y apenas sufrió en defensa. Todo eso no fue suficiente para generar oportunidades. De hecho, la única clara en 45 minutos fue un pelotazo del portero Belman directo al área del Alcorcón, un control exquisito de Quique y un zurdazo que se fue al travesaño. Se jugó casi todo el primer tiempo en campo local, pero su portero no tuvo que intervenir. Al Ibiza le falta acelerar cuando se acerca al área, pero ahora mismo nadie da un paso al frente. Naranjo es un futbolista que no aporta nada, ni como segunda punta, ni en banda. Se ha ofrecido más que otros dias, pero ha estado poco acertado en sus movimiento. Solo ha probado un disparo al inicio del partido tras un pase filtrado por Gallar que ha tapado un defensa.

Quique ha estado mucho más participativo y también Eugeni ha puesto orden y control y se ha atrevido con un par de disparos desde fuera del área, pero se echa en falta desborde por fuera, que intentan sin éxito Javi Jiménez, hoy convertido en extremo, o Astals y los pases filtrados nunca sorprenden ala zaga rival, porque la pelota se mueve al tran tran. Una cosa es no precipitarse y otra no circular el esférico con más rapidez.

El Alcorcón ha tenido menos `protagonismo en el primer acto, pero sus escasas llegadas han sido más peligrosas, Escassi estuvo providencial a los 13 minutos para tapar un disparo de Rayco en el área grande y el remate posterior de Josiel no encontró portería. Ray también puso en aprietos el arco ibicenco y Belman estuvo salvador antes del descanso abortando un remate a bocajarro.

Con mejores sensaciones, pero sin mordiente se fue el Ibiza al descanso. En la reanudación llegó la reacción local y el Ibiza se vio desarbolado por la velocidad de los atacantes locales que si jugaban con esa quinta marcha y sus transiciones no eran frenadas en el medio campo. Hasta tres ocasiones muy claras tuvo el Alcorcón, una de ellas con un remate al palo de Navarro y otra parada salvadora de Belman.

Jémez vio que el equipo se partía y optó por colocar en el campo a su hombre ancla, Jesús Álvarez, su único pivote defensivo que siempre cumple. También entró Pau Ferrer por un inoperante Naranjo al que le queda trabajo para recuperar el talento que atesora.

Con Álvarez se ganó en solvencia en la medular, pero a los 69 minutos una buena jugada de David Navarro, uno de los más destacados del choque, con pase filtrado a Vladys, dejó el delantero solo ante el portero del Ibiza que rechazó primero y desde el suelo, el jugador del Alcorcón se anticipó a Escassi, que intentaba despejar y mandó el balón al fondo de la portería.

La cosa se ponía fea, aunque el Ibiza esta vez reaccionó como corresponde a un aspirante a estar arriba. Si no hay otras armas, al menos se tira de orgullo y casta. No se quería ir de vacío y tuvo la suerte de igualar muy rápido. En un saque de esquina la pelota dio claramente en el brazo de Vladys y el colegiado no lo dudó. Pena máxima que ejecutó Gallar para igualar el partido.

Se entró en el último cuarto de hora con todo por decidir, el Alcorcón dio otros dos sustos y el Ibiza tuvo una falta de Eugeni que se fue alta. Hasta que en el descuento Quique Gonzále, mucho más entonado, en otra jugada a balón parado logró un gol que es un soplo de esperanza para mirar 2025 con más optimismo. Llegan las vacaciones, excepto para los que trabajan en los despachos, que tienen sus carpetas llenas. Toca esperar a ver que pasa en la cuesta de enero.