3-2. El Ibiza se deja el liderato en Alicante

Ibiza

Segunda derrota seguida del Ibiza en esa fase de la temporada en la que no se puede fallar. Adiós al liderato en el Rico Pérez de Alicante, a pesar de que se ha puesto por delante en el marcador en dos ocasiones, ha tenido oportunidades para aumentar su renta, pero no ha sabido cerrar el partido. El Hércules ha ido de menos a más y ha sabido rentabilizar mejor sus acciones de ataque.

Un Ibiza que no ha merecido perder, pero que ha alternado fases buenas con otras en las que se ha visto superado. Un aspirante al ascenso directo no puede encajar cinco goles en dos partidos y esta fragilidad defensiva también es un motivo de preocupación en la fase decisiva de la temporada.

De ese equipo que asustaba con siete victorias seguidas se ha pasado a un conjunto que tiene menos desborde por fuera, que pierde el control de los encuentros en algunas fases y lo paga caro y que tiene a jugadores que han bajado notablemente su rendimiento.

Y cuando la rebanada de pan cae siempre del lado de la mantequilla, ni siquiera se tiene esa pizca de suerte, porque en un par de ocasiones se ha pasado en un suspiro de un posible gol ibicenco a una diana de Hércules. O un posible penalti a Dauda que no ha querido ver el colegiado.

Y el choque deja también bajas para el próximo domingo, porque las amarillas a Olabe y Domènech les dejarán fuera del choque ante el Castilla. Tiene razón Jémez en lo fácil que es sacar una amarilla a un jugador de su equipo.

Y eso que el Ibiza ha arrancado el choque en plan mandón. Demostrando personalidad y ambición de ganar desde el pitido inicial. Eugeni, que ha sido la novedad en la medular en el once inicial mostraba que no se le ha olvidado jugar al fútbol, y bajo su control en la zona ancha, el equipo ibicenco ha encerrado al Hércules en su campo incapaz de superar la presión alta de los de Jémez.

Muy pronto el control del Ibiza tuvo su premio en una jugada de Bebé por banda izquierda, tapado por dos defensas, cedió a Gallar, que pisó área y en la línea de fondo centró raso entre un bosque de piernas de jugadores del Hércules y Mo Dauda, que se había desmarcado muy bien, solo tuvo que empujar la pelota a la red a puerta vacía. Una acción de tiralíneas del trío de arriba que daba ventaja a los visitantes a los 11 minutos.

El tanto no cambió nada, el Ibiza no se echó atrás y siguió jugando en campo contrario y el Hércules era incapaz de dar dos pases seguidos.

En esa fase del partido, Eugeni lo probó desde la frontal y Hernando, el portero del Hércules que tuvo que salir de titular porque Carlos Abad que estaba anunciado en la alineación se lesionó en el calentamiento, respondió con una gran parada.

Al dominio y control ibicenco solo le faltaba más desborde por banda, pero López-Pinto no entraba en juego y Bebé tampoco tenía trascendencia en sus acciones y Mo Dauda se equivocaba en cada pase que daba.

El equipo local tardó 22 minutos en descubrir que había otra portería además de la suya y tuvo un primer acercamiento con un disparo de Soldevila desde la frontal que rozó el poste de Ramón.

La acción espoleó al equipo local que salía mejor de la presión ibicenca y que empató en una jugada con fortuna. Nico inició una jugada por banda izquierda con centro al área y la pelota le llegó a Soldevila que de espaldas se giró y remató en semifallo, pero la pelota llegó a Romera que empujó la pelota a la red con el central y el portero del Ibiza en el suelo.

El Hércules, puso las tablas y el Ibiza acusó el golpe. Llegaron las imprecisiones en las entregas, seguían desaparecidos los extremos, sobre todo López-Pinto, perdió la manija Eugeni y Dauda se empeñaba en perder cada pelota que le llegaba.

Solo Olabe intentaba poner orden en la zona ancha, pero los visitantes no tenían control ni pelota. Sin embargo, el fútbol es imprevisible y cuando peor lo pasaban los visitantes un mal despeje del portero del Hércules lo controló Olabe y puso un centro medido al área para que Gallar, el mejor del Ibiza en el primer tiempo, cabeceara como si fuera un nueve al fondo de la portería.

El Ibiza volvía adelantarse, y pudo ampliar renta antes del descanso con una asistencia de Dauda que López- Pinto desaprovechó solo ante el portero rematando al muñeco.

Pero el Hércules seguía empujando, aunque sin remate porque los centrales, sobre todo Iago Indias evitaban males mayores.

Así se llegó al descanso y el Ibiza volvió a crear peligro en el arranque del segundo tiempo con una triple jugada. Primero fue Dauda, tras un regalo del portero del Hércules a la hora de sacar la pelota, su disparo desde la frontal pegó en un defensa y Hernando mando el balón a córner.

En el saque de esquina lo probó Bebé, forzando otro córner que cabeceó Molina por encima del larguero.

Pero lo que pudo ser el uno tres volvió a ser la igualada local materializada por Soldevila, un incordio durante todo el encuentro para la zaga ibicenca, que se quedó solo ante Ramón Juan.

Una jugada que nació por la banda de Javi Jiménez, que se ha visto superado en el segundo tiempo y por su costado ha llegado todo el peligro local.

Jémez intentó recuperar el dominio sacando a un desaparecido López-Pinto y a Olabe, que acababa de ser amonestado para dar entrada a Gori y a Domènech.

El Ibiza tuvo un par de ocasiones con remates de Dauda y sobre todo de Bebé que se topó con el travesaño, en ambas acciones con grandes intervenciones del guardameta Nando.

Y en la acción posterior al disparo al palo de Bebé, Javi Moreno se marcó una gran acción individual y desde la frontal soltó un latigazo a la red en una jugada en la que pudo hacer algo más Ramón Juan.

El tercer tanto local hizo estallar el Rico Pérez, con más de 11.000 aficionados.

A la desesperada lo intentó el Ibiza, con poco tino en su juego. Entró Quique por un flojo Javi Jiménez y el delantero tuvo la última con un disparo sin peligro, mostrando que sigue siendo una rémora en el ataque ibicenco.

Así se consumó la segunda derrota de un Ibiza, que no mereció un castigo tan duro, pero que no tuvo fortuna en acciones puntuales. Vuelve sin puntos de Alicante, dice adiós al liderato y lo peor, vuelve a dejar dudas en el momento clave de la temporada, porque su juego es de nuevo demasiado inconsistente.