La irrupción de Trump en el panorama político genera incertidumbre sobre el precio del carburante en Baleares
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares alerta de posibles variaciones ante factores internacionales y decisiones políticas

Alberto Case

Palma
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Joan Mayans, ha expresado su preocupación ante la incertidumbre sobre la evolución de los precios de los carburantes. Aunque desde principios de año los precios se han mantenido relativamente estables, con un ligero repunte en febrero, la situación podría cambiar debido a factores internacionales y decisiones políticas.
Mayans ha señalado que actualmente el precio medio del carburante ronda 1,62 euros por litro para la gasolina y 1,55 euros para el diésel. Sin embargo, advierte que la situación global sigue siendo incierta, especialmente a causa de los conflictos internacionales en Oriente Medio y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Asimismo, la llegada de Donald Trump al panorama político ha incrementado la incertidumbre en el mercado.
Otro de los factores que podrían afectar el precio del carburante es el tipo de cambio. Según Mayans, aunque España no depende directamente del petróleo de Estados Unidos, ya que las importaciones provienen principalmente de México y África, el tipo de cambio dólar-euro podría tener repercusiones en los precios finales.
Además, el presidente de la asociación ha hecho hincapié en la posible subida del impuesto al diésel para equipararlo a la gasolina, una medida impulsada desde la Unión Europea y que el Gobierno español aún no ha aprobado. La subida supondría un incremento de 10 céntimos en el precio del diésel, lo que afectaría directamente al consumidor. Mayans recuerda que el Gobierno español está en una situación de minoría parlamentaria y necesita pactar con otros grupos políticos para sacar adelante esta medida.
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares consideran que, de llevarse a cabo esta subida, podría reducirse el consumo de diésel, lo que afectaría a las estaciones de servicio. Sin embargo, reconocen que la decisión depende de factores políticos y europeos que están fuera de su control.
De momento, la situación permanece estable, pero la incertidumbre sobre el futuro de los precios sigue latente.




