Hora 14 Baleares
Sociedad

Las personas que viven en la calle se han triplicado en Palma desde 2019, según un estudio de la UIB

Un grupo de población de más de 600 personas en el que la esperanza de vida se reduce en prácticamente 30 años con respecto a la del resto de la ciudadanía y donde las enfermedades mentales tienen una tasa de prevalencia mayor

Un "sintecho" en un soportal de Granada / Rafael Troyano

Palma

Las personas sin hogar o viviendo en asentamientos en Palma se han triplicado desde 2019 hasta superar las 600 personas. Un grupo de población en el que la esperanza de vida se reduce en prácticamente 30 años con respecto a la del resto de la ciudadanía y donde las enfermedades mentales tienen una tasa de prevalencia mayor. Son algunos de los datos más destacados del informe que ha publicado el grupo de investigación y desarrollo en Salud Global de la Universidad de las Islas.

El equipo investigador concluye que el acceso a la vivienda es determinante a la hora de mejorar la salud de las personas sin hogar. Según el documento, en Palma hay actualmente más de 600 personas en situación de calle o viviendo en asentamientos. Un grupo en el que más de la mitad depende de recursos asistenciales para poder alimentarse y padece problemas de nutrición deficiente. Más del 90% están en situación de desempleo y siete de cada diez no cuenta con ningún tipo de ayuda económica. La prevalencia de enfermedades como la esquizofrenia es de un 7% en este grupo de población frente al 1% general, según explica Miguel Bedmar, enfermero que ha elaborado una tesis doctoral sobre el tema.

Más de la mitad de personas en situación de calle ha sufrido una agresión y, en el caso de las mujeres, seis de cada diez han reportado una agresión sexual. El estudio elaborado por la universidad también investiga el modelo de los servicios sociales, centrado en los albergues de emergencia como principal solución para este fenómeno.

Un recurso que rechazan buena parte de las personas sin hogar entrevistadas para el estudio, que no cree que la estancia en los albergues les puedar servir a futuro para salir de su situación, al considerarlo un entorno hostil. De hecho, el estudio concluye que es fundamental contar con una vivienda para salir de la calle. Programas como el Housing First, que aplica el Consell de Mallorca y ofrece a las personas sin hogar una vivienda para después seguir un intinerario de inserción social, son el modelo a seguir. Bedmar ha explicado que el porcentaje de personas que se niegan a salir de la situación de calle es mínimo.