El personal de asistencia a PMR en el aeropuerto de Palma denuncia una situación crítica y falta de medios
Trabajadores cargan contra AENA y la empresa ADELTE por la precariedad laboral, la falta de personal y el deterioro del material

Manuel Faba Ortega

Palma
Los trabajadores de asistencia a personas con movilidad reducida en el aeropuerto de Palma denuncian la falta de personal y el mal estado de las sillas de ruedas. Cargan contra AENA y la empresa adjudicataria, ADELTE, por lo que califican como una situación crítica y estructural que pone en riesgo la seguridad y la dignidad de miles de pasajeros vulnerables.
Según los trabajadores, el servicio funciona con medios materiales en mal estado, sillas de ruedas sucias y vehículos antiguos, y sobre todo falta de personal. A pesar de que en el aeropuerto de Palma hay unos 200 trabajadores que prestan este servicio de asistencia. Denuncian que son los propios acompañantes quienes deben empujar las sillas, o los pasajeros, muchos de ellos mayores, los que se ven obligados a desplazarse solos por el aeropuerto para no perder vuelos.
El comité asegura que hay turnos en los que solo uno o dos operarios deben atender a cientos de personas al día, generando retrasos de hasta 30 o 50 minutos en la recogida o embarque, y dejando a pasajeros solos y sin supervisión. Una situación que lleva años repitiéndose, y que ya ha provocado conflictos, insultos e incluso agresiones verbales. El representante del CSIF en el comité de empresa, Jairo Aranda, dice que están desesperados.
A todo esto se suma la precariedad laboral: a pesar del aumento de pasajeros, este verano habrá menos horas contratadas y más contratos parciales. Muchos trabajadores fijos discontinuos estarán solo cuatro, cinco o seis horas al día, y se les ofrecen ampliaciones de jornada casi sin preaviso, lo que genera, dicen, ansiedad, bajas y abandono del servicio.
El comité denuncia además despidos disciplinarios injustificados y condiciones de trabajo peligrosas a consecuencia de las obras en el aeropuerto de Palma: desde goteras y suelos rotos, hasta grúas moviéndose en zonas de paso para personas con movilidad reducida.
Exigen contratos dignos, una plantilla suficiente y medios adecuados. De lo contrario, ya avisan que no descartan cualquier tipo de protesta.




