Condenados cuatro acusados por un fraude con la venta de aceite falso en Mallorca e Ibiza
Han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía y las defensas y han aceptado dos años de prisión cada uno

Fachada Audiencia Provincial en Palma

Ibiza
Tres hombres y una mujer han aceptado este martes dos años de prisión cada uno tras reconocer su implicación en un fraude con la venta de aceite falso al por mayor a supermercados y establecimientos de restauración en Mallorca e Ibiza entre 2017 y 2021.
La Fiscalía, las acusaciones particulares y las defensas han alcanzado un acuerdo de conformidad antes de la celebración del juicio ante la sección segunda de la Audiencia de Palma.
El ministerio público solicitaba seis años y medio de prisión para el presunto cabecilla de la trama, mientras que el resto de acusados se enfrentaban inicialmente a penas de cinco años y medio de cárcel por los delitos contra la propiedad intelectual, de falsificación de certificados y estafa.
Los acusados han reconocido los hechos en el juicio y se han conformado con dos años de prisión cada uno, si bien las partes han aceptado la suspensión de la pena siempre y cuando los cuatro acusados no cometan ningún delito en los próximos cuatro años y abonen las indemnizaciones fijadas a las entidades afectadas en un plazo máximo de seis meses.
Como sostiene la Fiscalía, los tres familiares se pusieron de acuerdo para cometer el fraude entre 2017 y 2021 a través de las marcas Oro Oleum y Oli d’Or, y bajo la apariencia de dedicarse a la cosecha de aceitunas.Embotellaban grandes cantidades de aceite que no habían producido ellos y etiquetaban los envases utilizando el logotipo de la denominación de origen ‘Oli de Mallorca’ y las menciones ‘ecológico’ y ‘virgen extra’, si bien se trataba de aceites de oliva, refinados, de semillas o de girasol, algunos de ellos procedentes de Jaén.
Los procesados han reconocido que distribuían el aceite en Mallorca e Ibiza bajo la falsa garantía de que eran productos elaborados íntegramente en la comunidad.
En ocasiones, el cabecilla se encargó de ir personalmente a recoger la mercancía a la península, que luego procesaba en el sótano de su domicilio, en Marratxí. La Guardia Civil también detectó la producción de importantes cantidades de aceite en una almazara de Inca de forma irregular.
De esta manera, los condenados ofrecían el aceite como si fuera de gran calidad, lo que les situaba en una situación ventajosa frente a sus competidores.
Uno de los implicados es el responsable de una imprenta que se encargaba de confeccionar las etiquetas doradas y plateadas para las botellas de aceite con referencias falsas a su origen y su calidad.
El consejo regulador de la denominación de origen ‘Oli de Mallorca’ es una de las entidades perjudicadas en este fraude que recibirá una indemnización por estos hechos.




