La red EAPN alerta del auge de discursos de odio y aporofobia en redes sociales
La dificultad para difundir mensajes reflexivos y la precariedad social alimentan narrativas que señalan a personas migrantes y vulnerables como culpables de la pobreza, según advierten expertos y entidades sociales en Baleares


Palma
Combatir los discursos de odio es muy difícil porque se difunden con mensajes simples y muy directos. Así lo reconoce el portavoz de la red para inclusión social EPAN de Baleares, Andreu Grimalt, quien sostiene que las contranarrativas requieren más reflexión y eso complica su difusión en redes sociales.
Y es que los 280 caracteres que permite un mensaje de Twitter o los escasos segundos de atención de los vídeos cortos en TikTok o Instagram no ayudan a crear un espacio de reflexión.
Según Grimalt, el odio se difunde con muy rápido a través de las redes sociales y en muchas ocasiones de forma anónima.
Recuerda además que en Baleares hay muchas personas que pese a tener en empleo no pueden acceder a una vivienda o no pueden cubrir sus necesidades básicas, por lo que la pobreza afecta a muchas personas de esta comunidad.
Una situación que favorece la creación de discursos de odio sobre a todo a colectivos concretos o personas migrantes. Dice Grimalt que se acaba generando un enemigo común, se culpa a quienes reciben ayudas o se les acusa de no esforzarse o trabajar.


En ese sentido, el doctor en sociología y profesor titular de la Universidad de Murcia, Gaspar Brändle, defiende la importancia de la educación, tanto en el ámbito académico, como en los medios de comunicación, el tercer sector y también en la política.
Además advierte del riesgo que suponen algunos referentes en redes sociales o 'influercers' que prometen riqueza rápida o éxito fácil, promoviendo una visión distorsionada de la realidad.
Precisamente, en las próximas semanas la red para inclusión social EAPN en Baleares lanzará una campaña de sensibilización contra la aporofobia y los discursos de odio, con la colaboración de entidades públicas.