El Govern sigue sumando rechazos al acuerdo presupuestario con Vox: "Tan o más nocivo que el de Bauzá"

Palma

El acuerdo por los Presupuestos autonómicos anunciado por PP y Vox este viernes sigue sumando testimonios de rechazo por las diferentes cuestiones que plantea y a las que el Govern ha terminado cediendo; especialmente, en los puntos referidos a la memoria histórica o a la lengua catalana.

En el plano educativo, el sindicato STEI critica que se pretenda incluir el castellano como lengua vehicular; además de permitir a los docentes que ocupen plazas de muy difícil cobertura que lleguen sin saber catalán y que lo acrediten una vez tengan la plaza. El secretario general, Miquel Gelabert, no duda en decir que estas políticas son "tan o más nocivas que las del Govern de José Ramón Bauzá".

"Hay que pensar que la situación sociolingüística no es la misma de hace diez años, ha empeorado con el aumento poblacional", ha señalado, agregando que "no anuncian modificación de la Ley Normalización Lingüística o el Decret de Mínims, pero sí modificarán la Ley Educativa y eso vulnera la Ley de Normalización si el castellano va a ser también lengua vehicular".

"Habrá que ver qué modificarán concretamente para ello porque se le ha preguntado al portavoz del PP y no ha sabido contestar", ha lamentado.

Un texto, dicen en la Obra Cultural Balear, que ya muestra el rechazo a la lengua catalana desde el principio. Al respecto de la lengua en la función pública, ambos partidos acuerdan que el catalán no penalice en el acceso a las bolsas públicas de trabajo.

El presidente de la OCB, Antoni Llabrés, ha señalado que esto "solo perjudica a quienes se dirigen en catalán a las administraciones".

Hablan de una intención de buscar confrontación sobre cuestiones que se superaron hace décadas y han tomado la decisión de romper relaciones con el Ejecutivo al menos en lo referente a la Mesa por la Sostenibilidad.

En materia de memoria democrática, "poca sorpresa". Así lo asume Maria Antònia Oliver, presidenta de Memòria de Mallorca, preguntada por la inminente derogación de la Llei de Memòria. "Una vez más, porque ahora sí le interesa, el Govern vuelve a utilizar la memoria y los derechos humanos como moneda de cambio para contentar a la ultraderecha", ha criticado.