0-1. Ibiza seguirá sin fútbol de Segunda División la próxima temporada
El equipo celeste vuelve a pagar su falta de contundencia en las dos áreas y dice adiós a sus opciones de ascenso

Unai, en un lance del partido / UD Ibiza

Ibiza
Por segunda temporada consecutiva la UD Ibiza dice adiós al sueño de volver a la Segunda División en la primera ronda del 'play- off'. Ha caído en un abarrotado Can Misses ante el Andorra. De los cuatro partidos que ha jugado en estas dos campañas en las fases de ascenso, en todos ha mordido el polvo. Algo chirría en la composición de las plantillas cuando las teóricas figuras tienen un rendimiento tan decepcionante.
Queda el consuelo de pensar que equipos con más historia y palmarés necesitaron varios intentos para lograrlo, pero también queda la amargura de saber que este era el año de lograrlo, porque había, en teoría, menos cocos que superar.
La próxima campaña con los descensos de Tenerife, Cartagena o Eldense volverá subir el nivel y será más caro el retorno al fútbol profesional.
A la hora de la verdad, el Ibiza ha sido un equipo lastrado por las bajas por lesión de jugadores determinantes y el bajón de rendimiento de otros futbolistas que tenían que marcar diferencias y a la hora de la verdad no han sabido o no han podido asumir ese rol.
A pesar de los avances tecnológicos el fútbol sigue siendo un deporte en el que gana el equipo que hace más goles. La UD no ha conseguido perforar la portería del Andorra en esta eliminatoria. Si no eres contundente y certero en las ocasiones que creas no puede llegar a Ítaca. Tampoco ha tenido la suerte de cara, aunque no se puede estar implorando siempre a la Diosa fortuna.
Las jugadas clave que podrían haberlo cambiado todo han salido cruz. Bebé se ha topado con el portero Ratti y no ha podido materializar un penalti favorable a los locales en la recta final del primer tiempo y Mo Dauda no ha sabido definir en una clara ocasión en el arranque del segundo tiempo.
Y a la falta de instinto asesino ante el marco contrario, sumas los errores individuales a la hora de defender. Otro error de Bebé, como en la ida, en el repliegue a la hora de despejar el balón, ha permitido al Andorra adelantarse en el marcador, porque el equipo que preside Gerard Piqué si tiene un delantero, Lautaro, que enchufa la primera que tiene. Era el ecuador del segundo tiempo y el fin de la ilusión de la parroquia celeste,
La operación remontada arrancaba bien. Cuando se dio el pitido inicial, más de 4.500 espectadores llenaban el Palladium Can Misses. Pero desde el arranque se pudo constatar que lo de remontar dos goles iba a ser una misión muy complicada.
Jémez cambió a los laterales, Unai Medina y Albert y a uno de los extremos, Zarzana en relación al partido de Ibiza. Y al equipo ibicenco le faltó fútbol en todo el primer tiempo. El Andorra estaba mejor plantado y se adueñó de la pelota sin que la presión que intentaban los celestes le hiciera cosquillas.
No había manera de encontrar espacios, ni de desequilibrar a sus marcadores en acciones individuales. Domènech intentaba ser el eje, pero a su futbol de salón le falta verticalidad, Bebé se perdía en centros laterales que quería convertir en disparos, Mo Dauda se empeñaba en malos controles que en alguna ocasión le hubieran dejado en una situación franca y Zarzana elegía siempre la peor opción.
Así que los intentos del Ibiza quedaban en nada, tampoco los laterales daban profundidad y los minutos pasaban sin que pasara nada en el área andorrana. Solo en una acción a balón parado, en un saque de esquina Iago Indias tuvo un cabezazo franco que solventó con seguridad Ratti y un disparó de Bebé a las manos del solvente guardameta visitante.
Hasta que cerca del descanso, uno de los pocos errores defensivos del Andorra lo aprovechó Unai Medina, uno de los más combativos de la UD, para plantarse solo en el área y regatear al portero visitante que lo derribó. Penalti claro. Bebé asumió la responsabilidad y no golpeó mal el esférico, pero de nuevo Ratti se hizo gigante, adivinó el tiro y rechazó el balón. Ahí murieron buena parte de las opciones de remontada.
Con la igualada se llegó al descanso y en la reanudación, sin que Jémez optara por algún retoque, el Ibiza salió mucho más decidido. Una buena combinación dejó a Jesús Álvarez con un remate claro, pero su disparo flojo y sin convicción no puso en aprietos a Ratti. Doménech no supo controlar una pelota en profundidad que le hubiera dejado solo ante el portero, Mo Dauda falló en un balón en profundidad un gol que no puede fallarse y una pierna celeste no apareció para empujar el balón a la red un saque de esquina en el único error del portero del Andorra.
Fueron los mejores momentos del encuentro de los locales y el Andorra no salía de su campo ni se defendía con la pelota.
Pero el empuje ibicenco se esfumó en una acción desafortunada de Bebé en misiones defensivas. Falló a la hora de sacar el esférico y en ese error llegó un centro al área ibicenca para que Lautaro fusilara a Ramón Juan.
A partir de ese minuto el Ibiza fue un desastre en todas sus líneas. El entrenador local hizo un triple cambio, para buscar no se sabe que en esa fase del choque. Entraron Jiménez Eugeni y Quique. Para jugar con dos delanteros. Antes había optado por defensa de tres dando entrada a Gori.
El Andorra perdonó varias contras para hacer más daño y el Ibiza fue incapaz de generar una sola acción de peligro.
Can Misses se fue vaciando con una afición resignada. En el marcador del estadio apareció al final la palabra "tornaren". Se volverá a intentar. Y a ver si a la tercera va la vencida.