Hablemos de sexualidad, con Liza Schmitz. Capítulo 4

Mahón

En el capítulo anterior ya marcamos un punto de partida de cómo se empieza a conocer, reconocer y aceptar la sexualidad propia. Ahora damos un salto de gigante. La sexualidad es crucial en la adolescencia, no solo para el desarrollo personal, sino también para la formación de relaciones saludables y para la toma de decisiones responsables. La educación sexual, que aborda estos aspectos, es fundamental para ayudar a los jóvenes a comprender su cuerpo, sus emociones y sus relaciones, promoviendo una sexualidad sana y segura.

La sexualidad forma parte del desarrollo normal y la adolescencia es un momento clave para explorar la propia identidad y el autoconcepto sexual.

La educación sexual ayuda a los jóvenes a desarrollar relaciones respetuosas, a comunicar sus deseos y necesidades, y a establecer límites.

La información sobre métodos anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual (ITS) y otras opciones ayuda a los jóvenes a tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.

Una sexualidad sana y responsable contribuye a reducir el riesgo de embarazos no deseados, ITS y otras consecuencias negativas.

La educación sexual debe ser integral, abordando tanto el aspecto físico como el emocional, psicológico y social de la sexualidad.

Beneficios de la educación sexual:

Reducir la vergüenza y el temor a hablar de sexualidad, favoreciendo una comunicación más abierta con padres, compañeros y parejas.

Promover la autonomía y la responsabilidad en la toma de decisiones sobre salud sexual.

Fortalecer la autoestima y el autoconcepto sexual.

Ayudar a los jóvenes a comprender y respetar la diversidad sexual.

Contribuir a una sociedad más justa e igualitaria en materia de salud sexual y reproductiva.

Liza Schmitz nos permite entender mejor la importancia de la comunicación en esta etapa. La sexualidad en la adolescencia es un tema complejo y multifacético, que requiere de una educación sexual integral y de una comunicación abierta y honesta para asegurar que los jóvenes puedan desarrollar una sexualidad sana y responsable, que les permita disfrutar de una vida plena y saludable.

En nuestro próximo capítulo hablaremos de otro momento importante en cuanto a la sexualidad de las personas, el primer contacto con la menstruación y con la primera eyaculación.