Arranca el juicio por la mayor estafa inmobiliaria de las islas: "García Roldán vivía una vida de lujo"

Palma

El cabecilla de la estafa inmobiliaria de Lujocasa vivía una vida de lujo. Así lo reconocido su exnovia durante la primera jornada del juicio contra el agente inmobiliario Carlos García Roldán y otras ocho personas. Están acusados de estafar más de tres millones de euros a 240 personas que perdieron sus ahorros en la compra de viviendas que nunca llegaron a construirse. El juicio se prolongará durante varios meses en la Audiencia Provincial de Palma.

La exnovia del cerebro de la trama y su prima han alcanzado un acuerdo de conformidad con la fiscalía. Han aceptado una pena de nueve meses de cárcel por un delito de blanqueo de capitales. Ambas han reconocido que García Roldán les transfirió dinero a sus cuentas que ellas, a su vez, fueron transfiriendo a cuentas bancarias de Ecuador y Colombia para blanquear el dinero. Estas cantidades fueron utilizadas por García Roldán durante el tiempo que estuvo fugado de la justicia en Colombia, país en al que huyó cuando estalló el caso. Su exnovia ha dicho que ella hacía lo que él le pedía, que nunca le exigió explicaciones sobre la procedencia del dinero. Ha reconocido que el principal acusado llevaba una vida de lujo, por encima de lo habitual.

También ha declarado la administradora concursal, que ha desgranado la situación de las cuentas de la empresa cuando estalló el escándalo. Los acusados recibieron 404.000 euros en efectivo de las señales de reserva que ponían los clientes y que nunca fueron ingresados en ninguna cuenta bancaria. Además, retiraron más de un millón de euros en efectivo de las cuentas de Lujocasa sin que exista una justificación empresarial del destino de ese dinero. Y es que los acusados no llevaban una contabilidad oficial.

García Roldán creó la empresa Lujocasa con un capital social de apenas 6.000 euros, aportando en especie un coche cedido por su hermano que ni siquiera llegó a estar a disposición de la sociedad. Con esos mimbres, de las 31 promociones inmobiliarias que intentaron vender, había 18 con un coste de ejecución que superaba los 34 millones de euros. La admnistradora concursal ha dicho que era imposible acometer esta inversión porque la empresa no tenía ninguna vía de financiación interna o externa.

Además, ha ratificado que es ilegal utilizar las aportaciones de los clientes para ejecutar estas obras. Lujocasa también vendió 15 promociones sin ostentar ningún derecho sobre los solares en los que presuntamente se iban a construir. La fiscalía reclama 16 años y medio de cárcel para Carlos García Roldán por presuntos delitos de estafa agravada, pertenencia a organización criminal o blanqueo de capitales entre otros.