Prohens: "Ahora más que nunca es fundamental no dar por hecho la democracia"

Palma

Marga Prohens ya se postula como alumna aventajada de Alberto Núñez Feijoó. La presidenta del Govern ha hecho ya suya la proclama del partido de que la democracia está en peligro por culpa de Pedro Sánchez. Si la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hablaba la semana pasada de una democracia raptada, Prohens se sube hoy al carro para decir que la democracia está tocada y que no hay que darla por hecho.

Lo ha hecho durante el acto que la organizado en el Consolat de la Mar para explicar el balance de sus dos años de gestión. Pertrechada por sus consellers, Prohens ha metido la píldora en su discurso. En el turno de preguntas ha explicado a qué se refería cuando decía que no se puede dar por hecha la democracia. Prohens ha acusado al Gobierno central, a Pedro Sánchez, de dejar tocado el sistema con la aprobación de la ley de Amnistía, refrendada hace unas semanas por el Tribunal Constitucional.

Para la presidenta balear la honorabilidad de las instituciones también ha quedado en entredicho. Algo a lo que ha contribuido, ha dicho, lla expresidenta balear Francina Armengol, a la que ha acusado de mentir en una comisión de investigación. Prohens ha seguido ahondando en esa idea que el PP lleva meses difundiendo y ha continuado acusando al Gobierno central también de poner en peligro la separación de poderes. Ni una mala palabra, como ya es costumbre, sobre las intenciones políticas de sus socios de Vox.

La presidenta balear ha estado más de 30 minutos desgranando su actividad de los últimos dos años. Dice que ha cumplido ya el 93% de su programa de gobierno. Del 7% restante que no se ha ejecutado ha culpado en buena parte, de nuevo, al gobierno central.

Prohens ha dicho que confía plenamente en sus consellers, sin descartar de forma clara una remodelación de su gabinete. Visiblemente satisfecha por la aprobación ayer de los presupuestos, no ha querido adelantar nada sobre los próximos. Lo que sí ha dejado claro es que el PP seguirá gobernando en solitario, no sin agradecer a la ultraderecha su apoyo.

El balance de su relación con Vox, dice, son dos presupuestos aprobados y todas las leyes que han llevado al Parlament en vigor sin que contrarien las medidas del programa de gobierno. El resto, ha dicho, son percepciones circunstanciales.