Desalojo pacífico del asentamiento de Can Rova 2 en Ibiza

Ibiza

A las nueve de la mañana comenzaba el desalojo Can Rova 2, sin ningún tipo de altercado ni incidente entraban las retroexcavadoras a los terrenos para comenzar a desmantelar un terreno lleno de casetas hechas de chapas de madera y lonas y con muy poco residentes ya en el lugar

Los residentes del asentamiento seguían cargando sus caravanas o simplemente trasladaban fuera del terreno sus pertenencias, desde bolsas hasta colchones, porque reconocen que muchos no saben qué hacer, ni donde ir. De momento las mujeres con menores a su cargo o las embarazadas podrán ir a Cáritas de manera temporal, los hombres no saben qué harán. Algunos venían del otro asentamiento que se desalojó ahora hace poco menos de un año y ahora si se les pregunta, pues no saben qué hacer

En el momento del desalojo ya quedaban como una treintena de personas que se han ido yendo y congregando bajo un árbol junto al solar de Can Rova. La mayoría eran mujeres con niños que han aprovechado también para comer algo bajo la atenta mirada d varias patrullas de la Guardia Civil.

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En el operativo para el desalojo han intervenido técnicos municipales, la Policía Local de santa Eulària, agentes de la Policía Nacional de Extranjería y también Guardia Civiles que han venido de fuera de la isla. En este caso, entre 40 y 45 agentes que han venido desde la península del Grupo de Reserva y Seguridad de Valencia.

En el desalojo se iba revisando todas las casetas antes de su derribo, comprobando si había personas o algún utensilio inflamable como bombonas, cables que pudieran provocar algún cortocircuito, también ha entrado la Unidad canina de la Guardia Civil para detectar si había algún tipo de estupefacientes.

Recordemos que el asentamiento de Can Rova 2 nace tras el desalojo de un terreno colindante Can Rova 1 que también fue desalojado por orden judicial, ya que uno de ellos propietarios de este solar había alquilado parcelas sin el consentimiento de sus hermanos que también son dueños del luego y le llevaron a los tribunales. En el primer campamento había más de 700 personas, en el segundo han llegado a ser unos 300 según los propios residentes.

Hace unos meses ya se había decretado el desalojo por orden judicial tras impulsarlo desde el Ayuntamiento de Santa Eulària de la zona, entonces se paralizó in extremis el mismo día al aceptarse un recurso de algunas de las familias afectadas con menores a su cargo y también porque decían que no tenían ninguna notificación.

Ahora y tras un incendio ocurrido en la zona hace unos días, se reactivó el proceso por la peligrosidad en la que viven estas personas.