Los ambientólogos se suman a la defensa del suelo rústico y alertan que la construcción "descontrolada" es una amenaza
Piden "frenar la urbanización encubierta" y reforzar los mecanismos de control y evaluación ambiental

La nueva Ley del Suelo de Cantabria consagra la construcción de viviendas unifamiliares en suelo rústico / Archivo

Palma
El Colegio Profesional de Licenciados y Doctores en Ciencias Ambientales de Baleares (Coamibib) se ha sumado a la defensa del suelo rústico realizada esta semana por el Colegio Oficial de Arquitectos (Coaib) y han alertado que la construcción "descontrolada" supone una amenaza para los valores naturales y territoriales.
En un comunicado, los ambientólogos se han alineado con la preocupación de los arquitectos acerca del impacto que esta práctica, que permite la ley de obtención de suelo recientemente aprobada --concretamente, en las áreas de transición--, tendrá sobre el modelo territorial, los recursos naturales, la biodiversidad y el paisaje.
A su parecer, el suelo rústico cumple la con la función de ser una reserva de biodiversidad, espacio de recarga de acuíferos, áreas de producción agroecológica y ser un elemento clave en la lucha contra el cambio climático.
Permitir o fomentar la construcción de nuevas viviendas en estos espacios, "muchas veces con una justificación legalmente cuestionable", implicará "una presión ambiental inasumible" y acelerará la "fragmentación" del territorio.
Esta realidad, ha considerado el Coambib, debería ser objeto de un análisis riguroso a través de procedimientos de evaluación e impacto ambiental, instrumentos jurídicos que no solo son en muchos casos obligatorios sino que son "fundamentales" para valorar los efectos acumulativos y sinérgicos de este tipo de desarrollos.
"Los criterios ambientales deben de formar parte central de la planificación territorial y urbanística, no pueden ser relegados a un segundo plano por intereses puntuales o dinámicas de mercado. El crecimiento dispersos y desordenado del suelo rústico implica un sobrecoste ambiental y económico en infraestructuras, transporte, consumo energético y servicios públicos que acaban pagando toda la ciudadanía", han advertido los ambientólgos.
Teniendo en cuenta estos aspectos, desde el Coambib han puesto en valor el trabajo de los profesionales del sector para garantizar una "visión global y transversal" en la evaluación de los proyectos urbanísticos y han reclamado que se refuercen los mecanismos de control, planificación y evaluación ambiental "desde los ayuntamientos hasta las instituciones autonómicas".
"El futuro de nuestro territorio no puede quedar hipotecado por decisiones que no tienen en cuenta los impactos ambientales ni el principio de sostenibilidad", han sentenciado.
Por todo ello han instado a las administraciones públicas a actuar con responsabilidad y valentía y "frenar la urbanización encubierta" del suelo rústico y garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental.




