Una tesis de la UIB desmonta un mito ilustrado: "La universidad no inmuniza contra la irracionalidad"

Palma

Casi la mitad del alumnado universitario cree en fenómenos paranormales. Así lo concluye la tesis del investigador Hugo Matas Blázquez, centrada en la Universitat de les Illes Balears (UIB). Su trabajo desmiente un pilar del pensamiento ilustrado: la idea de que la educación superior actúa como antídoto universal contra la irracionalidad.

Matas, que cursó el máster en Cognición y Evolución Humana, se interesó inicialmente por cómo influyen los medios de comunicación y los discursos políticos en la percepción de la realidad. Este interés lo llevó a centrarse en la credulidad, y de ahí, al estudio de las creencias paranormales.

Durante cuatro años analizó a 6.584 estudiantes de distintas ramas del conocimiento de la UIB. Los resultados dejaron que casi la mitad del alumnado fue clasificado como creyente, y un 18 % de ellos como “muy creyente”. Las creencias más frecuentes estaban relacionadas con los efectos de la luna o las religiones. La astrología y los presagios, en cambio, tenían menos peso.

La hipótesis inicial de Matas partía de una idea extendida: a mayor nivel de formación, menor propensión a este tipo de creencias. Pero los datos obtenidos demostraron lo contrario.

“Hay una serie de teorías desde la Ilustración que sostienen que la forma de combatir las creencias irracionales, o en este caso paranormales, es a través de la educación”, explica Matas. “Por eso pensábamos que debía ser así, pero los resultados muestran que la educación universitaria no es lo que explica las diferencias detectadas entre estudiantes. Puede haber otros factores, pero no la formación académica”.

Uno de los conceptos clave del estudio es el del pensamiento dual. Según esta teoría, las personas procesan la información de dos formas distintas: una emocional e intuitiva (tipo 1) y otra más esforzada y racional (tipo 2).

“El procesamiento intuitivo influye muchísimo más de lo que creemos. Las creencias paranormales están vinculadas precisamente a estos procesos emocionales e intuitivos”. Y añade: “¿Por qué puede ser que la universidad no influya en estas creencias, que van contra el pensamiento científico? Porque la educación superior se centra casi exclusivamente en el razonamiento racional y deja completamente de lado los procesos intuitivos”.

Ante esta evidencia, Matas propone que la universidad revise sus estrategias pedagógicas y tenga en cuenta los estudios actuales sobre aprendizaje intuitivo. Además, se posiciona de forma contundente contra las pseudociencias y critica a las instituciones académicas que las incluyen en su oferta educativa porque asegura que carecen de base científica.