Es Coach la SER. Principios y finales
Bernat Fortuny y Carola Lamberti hablan de lo que supone saber decir; "hasta aquí"

Es Coach la SER. Principios y finales
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Maó
Cerrar etapas nunca resulta sencillo, pero constituye un ejercicio fundamental para el crecimiento personal y el bienestar. Los expertos en coaching Bernat Fortuny y Carola Lamberti, tras culminar un largo curso de Constelaciones Familiares, han compartido reflexiones sobre cómo gestionar los finales y aprender a establecer límites. Decir “hasta aquí” no significa renunciar, sino reconocer cuándo una etapa ha cumplido su función y es momento de avanzar hacia nuevos horizontes.
El valor de establecer límites
En la vida cotidiana, muchas personas se enfrentan al dilema de aceptar compromisos que desgastan o mantener vínculos que ya no aportan equilibrio. Establecer límites claros es una manera de cuidar la propia energía y tiempo, evitando caer en situaciones que generan estrés o agotamiento. Para lograrlo, el primer paso es el autoconocimiento: identificar qué actividades nutren y cuáles drenan, cuáles relaciones construyen y cuáles pesan.
Los límites no son muros, sino líneas de respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Reconocer lo que es importante permite tomar decisiones más conscientes, aprender a priorizar y, en definitiva, vivir de forma más alineada con los propios valores. Fortuny y Lamberti destacan que el acto de poner un límite no debe entenderse como un rechazo, sino como una declaración de cuidado personal que, a largo plazo, fortalece también los vínculos sociales.
Cómo aprender a decir “hasta aquí”
Establecer límites requiere práctica y constancia. Una de las claves es aprender a comunicar esas decisiones con asertividad, de manera clara y respetuosa. Decir frases como “Hoy necesito descansar” o “Gracias por pensar en mí, pero no puedo comprometerme” son ejemplos sencillos que ayudan a marcar un espacio propio sin necesidad de generar confrontación.
Otro aspecto esencial es la consistencia. Una vez que se definen los límites, resulta importante mantenerlos en el tiempo y no ceder ante la presión externa. Si bien es inevitable que haya quienes no comprendan o incluso rechacen esas decisiones, aceptar esa incomodidad es parte del proceso. El equilibrio surge al recordar que no es posible complacer a todo el mundo, y que priorizar el propio bienestar no es un acto egoísta, sino saludable.
En ese camino también conviene reconocer cuándo se ha llegado al límite real. Decir “hasta aquí” puede significar finalizar un proyecto, cambiar de entorno o simplemente detenerse para recuperar fuerzas. Lejos de ser un fracaso, se trata de un signo de madurez y de respeto hacia los propios procesos vitales.
El papel del coaching en este proceso
El acompañamiento de un coach puede resultar decisivo para quienes encuentran dificultades a la hora de establecer límites. Un profesional ayuda a tomar conciencia de los patrones de pensamiento y comportamiento que mantienen a una persona atrapada en dinámicas poco saludables. El trabajo conjunto permite aumentar la autoestima, reforzar la confianza en las propias decisiones y superar el miedo a generar rechazo al decir “no”.
El coaching también proporciona herramientas para mejorar la comunicación, manejar las reacciones de los demás y elaborar un plan de acción concreto que facilite la aplicación de los límites en la vida diaria. El resultado es un proceso de empoderamiento que no solo ayuda a cuidar el bienestar personal, sino que repercute en relaciones más equilibradas y auténticas.
Aprender a establecer límites y gestionar finales es una competencia vital que impacta directamente en la calidad de vida. Saber cerrar etapas con gratitud y firmeza permite avanzar sin cargas innecesarias y abrir espacio a nuevas oportunidades. Como subrayan Bernat Fortuny y Carola Lamberti, reconocer cuándo decir “hasta aquí” es un gesto de respeto hacia uno mismo y una puerta hacia un futuro más consciente y saludable.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Es Coach la SER. Principios y finales

Luis Soler
Desde los 14 años está en antena. Lo que empezó como un juego se convirtió en una pasión. Sus estudios...




