Cerca de 1.700 personas han pedido ayuda en Baleares por conducta suicida en el primer semestre de 2025
Un 20 por ciento de este total se encontraba en situación crítica en el momento de la llamada

CaixaBank y Teléfono de la Esperanza presentan el proyecto "Pots triar un altre futur"

Palma
Cerca de 1.700 personas han pedido ayuda en Baleares por conducta suicida en el primer semestre de 2025. Un 20 por ciento de este total se encontraba en situación crítica en el momento de la llamada, datos que coinciden con el informe de Prevención Suicida presentado por el Govern el pasado mes de febrero. En las islas, casi 12 personas de media por día piden ayuda a través de teléfonos de soporte o chats en línea, estadística que ha aumentado un 358 por ciento después de la pandemia.
En este primer semestre en Baleares se han atendido 102 peticiones de ayuda de jóvenes y menores. Un 70 por ciento de estas personas tiene entre 18 y 34 años y el resto son menores. La soledad, depresión y ansiedad son los tres problemas que más afectan a los llamantes, además de un aumento en los casos de autolesiones. En España se registraron cerca de 4.000 fallecimientos por suicidio en 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
En Baleares, las peticiones de ayuda han disminuido un 19 por ciento en el primer semestre de 2025, si lo comparamos con los datos registrados en el año anterior. Entidades que tratan con usuarios con problemas de salud mental o conductas suicidas aseguran que el uso desmedido de las redes sociales conduce a depresiones o problemas de autoestima.
Es el caso del Teléfono de la Esperanza, asociación que cuenta con un equipo de 30 voluntarios que prestan servicio las 24 horas del día a personas que solicitan ayuda. Maria Antònia Mateu, su presidenta, asegura que los usuarios afectados "no quieren morir, sino dejar de sufrir". Por otro lado, incide "en el magnífico trabajo que realizan los voluntarios".
Actualmente en España hay 29 sedes de atención personalizada, 14 de ellas con servicios de chat en línea. En el caso de Baleares, son 28 los voluntarios que atienden llamadas telefónicas a los necesitados y dos que dirigen los chats.




