Bernardí Roig: “Trabajo con mucha luz para que la gente cierre los ojos porque es la mejor manera de ver”

Palma

Con algún acorde mal tocado y algún que otro grito desafinado, el músico inglés Sid Vicious, destacada figura del punk de los 70, miembro de Sex Pistols nos sirve de base para una nueva conversación sobre arte. Sobre la ausencia o la presencia incompleta de una parte de nuestra historia.

El artista mallorquín, Bernardí Roig, explora en su nuevo trabajo artístico la ausencia de unas piezas patrimoniales infinitamente reclamadas: El Bous de Costitx.

En 1895 se produjo el hallazgo de unos cuernos, esculturas talayóticas del Bous de Costitx que desde su descubrimiento se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. La última vez que el Gobierno central dio una negativa al regreso de los emblemáticos ‘bous’ fue en 2018.

Sobre lo que no está, sobre la ausencia reflexiona Roig en su instalación: 'Hem arribat a l'infern', el grito que acompañó el hallazgo de esta pieza de nuestro patrimonio que regresa al Museu de Mallorca en forma de escultura, instalación y un holograma con el que el artista da cuerpo a lo que no está.