Las formas del agua en Menorca

Maó

El agua, recurso esencial y símbolo de vida, se manifiesta en Menorca de múltiples formas. Desde la preservación del litoral hasta la cooperación internacional, diferentes iniciativas muestran cómo este elemento conecta la ecología, la conciencia ciudadana y la solidaridad global. Recientemente, diversas organizaciones y asociaciones de la isla han dado pasos importantes para proteger el agua y promover su buen uso, demostrando que, más allá del consumo diario, el agua puede ser un eje de transformación social y ambiental.

Iniciativas de preservación local

En la costa menorquina, la protección de las playas y la reducción de la contaminación plástica son prioridades claras. Marta Pérez, presidenta de la Alianza Menorca Plastic Free, ha destacado el reciente acuerdo alcanzado con TUI Care Foundation y su fundación ambiental. Este proyecto se centra en la playa de Punta Prima, en Sant Lluís, donde se instalarán fuentes de agua filtrada, puntos de recogida de elementos de ocio de playa como flotadores y otros objetos, así como mesas informativas. Además, se organizarán recogidas de plásticos y residuos, continuando la labor que la Alianza y Menorca Preservation han desarrollado en distintas zonas costeras de la isla en los últimos años. Estas acciones buscan concienciar a visitantes y residentes sobre la importancia de mantener limpias las playas y cuidar los ecosistemas marinos, al tiempo que se facilita el acceso a agua potable segura para quienes disfrutan del litoral.

Innovaciones en depuración

Otra voz no menos relevante en el tema del agua en Menorca es Lucía López, de la empresa granadina Bioplast. Recientemente, Bioplast ha instalado en la EDAR de Ciutadella unos equipos avanzados para la depuración de agua, incluyendo decantadores de lodos y separadores de grasas. Estos sistemas permiten que el proceso de depuración alcance mejores resultados y más eficiencia. Según López, estas soluciones podrían aplicarse a otras estaciones depuradoras de la isla. La combinación de diferentes fases en los procesos de depuración no solo mejora la calidad final del agua, sino que reduce costes y optimiza recursos. Este avance es especialmente relevante este 2025, año en el que Menorca ha registrado un mínimo histórico en las reservas de sus acuíferos, mostrando la urgencia de mejorar todo el ciclo del agua en la isla.

Proyectos solidarios internacionales

Más allá de la isla, Menorca también aporta al acceso al agua potable en comunidades con dificultades en otras partes del mundo. Carlos Garriga, de la ONG We Are Water, explica que la organización canaliza donativos para dotar de recursos a proyectos en países como Colombia e India. Estos proyectos buscan garantizar que poblaciones vulnerables puedan acceder a agua potable de manera sostenible, mejorando su salud y calidad de vida. La colaboración entre ciudadanos, empresas y asociaciones permite financiar infraestructuras como pozos, sistemas de filtración y campañas educativas sobre higiene y conservación del agua, mostrando cómo la solidaridad local puede tener un impacto global significativo.

Concienciación a través de la experiencia

La educación y la concienciación son ejes fundamentales de estas iniciativas. En este sentido, We Are Water organiza en Arenal d’en Castell, el miércoles 24 de septiembre, una caminata destinada a sensibilizar sobre la realidad de muchas personas que deben recorrer largas distancias para conseguir agua potable. Esta actividad permite a los participantes experimentar de forma simbólica la dificultad de acceder a este recurso, fomentando la reflexión sobre el consumo responsable y el valor del agua. Además, conecta la acción local con los desafíos globales, recordando que el cuidado del agua no se limita a un territorio específico, sino que implica responsabilidad y cooperación internacional.

Estas distintas perspectivas muestran que el agua en Menorca no es solo un recurso natural, sino también un elemento que inspira proyectos ambientales, tecnológicos, educativos y solidarios. Desde la reducción de plásticos en las playas, pasando por la mejora de procesos de depuración, hasta la cooperación con comunidades en países en desarrollo, cada iniciativa refleja un compromiso con la sostenibilidad y el bienestar colectivo. La isla se convierte así en un ejemplo de cómo se puede articular la preservación local, la innovación tecnológica y la solidaridad global en torno a un bien esencial para la vida.