Projecte Home. Capítulo 5. Adicciones y salud mental
Juntos suponen un vínculo peligroso

Projecte Home. Capítulo 5. Adicciones y salud mental, un vínculo peligroso
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Maó
En este quinto episodio de la serie que compartimos con Projecte Home Balears, abordamos una relación que a menudo pasa desapercibida, pero que es fundamental comprender: el vínculo entre las adicciones y los trastornos de salud mental. Se trata de una conexión compleja, donde ambas problemáticas se retroalimentan, dificultan el diagnóstico y complican el tratamiento.
El Día 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental.
La coexistencia de una adicción con un trastorno mental —como depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia— recibe el nombre de patología dual. Cada vez es más común en la práctica clínica y supone un reto importante tanto para los profesionales sanitarios como para las familias. Entender cómo se identifican, cómo se abordan y qué recursos existen es esencial para promover una recuperación integral y sostenible.
Identificación de trastornos y señales de alerta
El primer paso para afrontar esta realidad es detectar las señales tempranas. En el caso de los trastornos mentales, los síntomas pueden incluir cambios significativos en la personalidad, alteraciones del sueño o la alimentación, falta de interés en actividades cotidianas, sentimientos persistentes de tristeza o culpa, e incluso pensamientos relacionados con el daño a uno mismo o a los demás.
Cuando hablamos de adicciones, las señales más evidentes son la pérdida de control sobre el consumo, la dificultad para dejar de usar la sustancia a pesar del deseo de hacerlo y la persistencia del hábito incluso frente a consecuencias negativas en la salud, el trabajo o las relaciones.
En ambos casos, la consulta profesional es fundamental. Solo un médico o un especialista en salud mental puede realizar un diagnóstico preciso. Este proceso puede incluir una evaluación clínica, análisis de laboratorio y cuestionarios estandarizados que ayuden a definir la naturaleza y la gravedad del problema.
Tratamientos integrales y personalizados
La clave para abordar los trastornos de salud mental y las adicciones es diseñar planes de tratamiento individualizados, ya que cada persona presenta necesidades específicas.
En el caso de los trastornos mentales, el tratamiento puede combinar diferentes enfoques:
Terapia psicológica: estrategias como la psicoterapia ayudan a adquirir herramientas para manejar las emociones, afrontar la compulsión y evitar recaídas.
Medicación: en algunos diagnósticos, los fármacos resultan eficaces para estabilizar el estado de ánimo o reducir síntomas incapacitantes.
Apoyo social y educación: contar con un entorno comprensivo y programas de información mejora el pronóstico a largo plazo.
Tratamiento intensivo: en situaciones graves, puede ser necesaria la hospitalización temporal para garantizar la seguridad y la estabilidad del paciente.
En el ámbito de las adicciones, los pilares del tratamiento incluyen:
Desintoxicación supervisada, ya sea en régimen ambulatorio o hospitalario, acompañada de medicación cuando es necesario para aliviar los síntomas de abstinencia.
Terapias conductuales, como la cognitivo-conductual, que permiten identificar situaciones de riesgo y desarrollar estrategias para mantener la abstinencia.
Rehabilitación, que puede realizarse en modalidad residencial o ambulatoria, según la gravedad del caso.
Grupos de apoyo, como los programas de 12 pasos, que fomentan la motivación y la conexión con otras personas en proceso de recuperación.
El abordaje integral requiere coordinación entre profesionales de la salud mental y especialistas en adicciones, garantizando que ambas problemáticas se traten de forma paralela y no aislada.
Pasos para iniciar el camino de la recuperación
Superar una adicción o un trastorno mental no es un proceso rápido, pero sí posible con los recursos adecuados. Los pasos básicos para empezar incluyen:
Reconocer la necesidad de ayuda: comprender que los síntomas no se resuelven solos y que pedir apoyo es un acto de valentía.
Buscar atención médica: acudir a un profesional de la salud o al médico de cabecera para una evaluación inicial.
Elaborar un plan de tratamiento: diseñar, junto al equipo sanitario, un itinerario adaptado a las necesidades concretas de la persona.
Fortalecer el apoyo social y el estilo de vida: incorporar hábitos como ejercicio regular, descanso adecuado, alimentación equilibrada y un entorno libre de consumo para favorecer el bienestar general.
El vínculo entre adicciones y salud mental es un reto complejo y multidimensional, pero también una oportunidad para reforzar la importancia del cuidado integral. Con diagnóstico temprano, tratamiento especializado y apoyo continuado, es posible recuperar la calidad de vida y construir un futuro más saludable.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Projecte Home. Capítulo 5. Adicciones y salud mental, un vínculo peligroso

Luis Soler
Desde los 14 años está en antena. Lo que empezó como un juego se convirtió en una pasión. Sus estudios...




