"A día de hoy encontrar un piso es más difícil que un trabajo"

Palma

"Encontrar un piso es más difícil que un trabajo". Es la reflexión de Laura Cora, que se ha marchado de Mallorca después de 17 años viviendo en la Isla expulsada por los altos precios de los alquileres. De los 350 euros que pagaba por un piso en El Terreno en 2008, la gota que colmó el vaso fueron los 900 euros que le pedían por su vivienda de una habitación en s'Arenal por la que pagaba 650 euros.

Nació en Italia, en 2008 se vino a Mallorca, y ahora, a sus 55 años, se ha mudado a Vilanova i la Geltrú, una localidad costera de unos 66.000 habitantes a 40 kilómetros de Barcelona.

Dejó su empleo de coordinadora del Casal de Barri de Puig de Sant Pere, en Palma, por el que cobraba 1.350 euros, y tras un año de intensa búsqueda decidió marcharse de la Isla.

Habla de un cambio radical en los precios de los alquileres. Cuando vino pagaba 350 euros por una planta baja en El Terreno.

Durante los años de la pandemia vivía en la barriada palmesana de Son Rapinya y pagaba 750 euros por un piso de dos habitaciones.

Después se fue a Santa Ponça donde compartía una casa de tres habitaciones con jardín en primera línea de playa por 1.000 euros.

El último piso fue en s'Arenal, con una habitación, por el cual pagaba 650 euros. Le dijeron que le iban a subir a 900 euros, una vez que se le terminó el contrato, y fue entonces cuando decidió marcharse de la Isla. Tenía un buen trabajo y vivía sola, pero no encontraba nada.

Además de la falta de vivienda asequible lamenta el impacto de la masificación turística. Vivía junto a varios hoteles y era imposible dormir los fines de semana.

Ahora, en su nuevo piso de alquiler de tres habitaciones y a 150 metros del mar Vilanova i la Geltrú paga 850 euros, además, cuenta que la vida diaria es algo más asequible que en Palma.