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Fútbol

0-2. La UD Ibiza se estrella ante Rebollo y pierde su segundo partido seguido

El equipo celeste sigue negado en ataque y frágil en defensa y el Nàstic de Tarragona rentabiliza sus ocasiones

José Albert en un lance del choque / UD Ibiza

Ibiza

Segunda derrota seguida de la UD Ibiza, la primera en casa. Cuatro partidos sin ganar y dos puntos de doce posibles. Con estos números no se puede aspirar a nada.

Esta vez el verdugo ha sido un Nàstic de Tarragona, reservón, al que le han bastado dos contras para tumbar a un equipo, que ha generado muchas ocasiones, ha tenido fases de buen juego, pero en este deporte, sin goles no hay paraíso y el portero del Nàstic, Dani Rebollo, ha salido hoy de Ibiza como los toreros, por la puerta grande, con un carrusel deparadas salvadoras.

Seguramente ha sido el encuentro en el que menos reproches se pueden hacer del juego local, pero no se puede fallar tanto ante el marco contrario, sobre todo cuando asumes tanto riesgo de poblar el campo rival y te quedas expuesto a una contra aislada.

El resultado final es injusto, pero la justicia tampoco existe en el fútbol y lo que cuenta es la contundencia en las dos áreas y ahí tiene el Ibiza una asignatura pendiente

Esta vez agitó el árbol Jémez que se convertía en el técnico con más partidos en el banquillo ibicenco, en todas las líneas. Nacho dejaba su sitio en centro de la zaga a Manu Pedre que se estrenaba como titular esta temporada. Señé y Gallar arrancaban de inicio en la medular, tras ser suplentes la pasada jornada y Ernesto era titular como extremo en detrimento de un alicaído hasta ahora Fede Vico.

Aunque el choque arrancó con un susto para los locales, una vaselina de Cedric, un exceleste, que se fue ligeramente alta, el Ibiza volvió a ofrecer su imagen más poderosa y dominadora durante un cuarto de hora especialmente, aunque fallando una y otra vez con el estoque.

Muy activo Ernesto por su banda, percutiendo una y otra vez, muy participativo Gallar, en la zona donde hace daño y excelente trabajo colectivo en la presión para recuperar el balón con del Pozo y Señé aplicándose en los robos de pelota.

El Nàstic. que pareció salir al césped con una propuesta atrevida, enseguida se refugió en su campo primero y después y en su área ante el empuje local. Un centro de Unai Medina no lo cazó Sofiane, Gallar disparó alto desde la frontal en un remate franco. Después se topó con el portero en un lanzamiento de falta. Ernesto remató raso pegado al palo. Se sucedían las ocasiones, pero como viene pasando en las últimas semanas sin que la grada cantara gol

El juego se desarrollaba en las inmediaciones del área visitante, saques de esquina sin rematador, centros al área, con los tarraconenses achicando agua y curiosamente, con muy poco protagonismo de Bebé.

El gol parecía cerca, pero lo que llegó fue un mazazo, con el Ibiza apretando muy arriba, puso dar dos toques el Nàstic en su campo sin que ningún futbolista de la UD hiciera una falta táctica, así que el balón le llegó en profundidad a Cedric por banda derecha y tras pisar área encontró a Jaume Jardi solo en la frontal por el mal repliegue ibicenco y sin oposición batió a un vendido Ramón Juan.

18 minutos de partido y todo lo bueno que había hecho la UD solo había servido para verse por detrás en el marcado.

Y con el gol de renta el Nàstic se pertrechó todavía más y la figura de su portero, Dani Rebollo seguía haciéndose cada vez más grande. El Ibiza lo siguió intentando, alternando el juego en corto, con los desplazamientos largos, buscando encontrar fisuras en la poblada defensa tarraconense, que tenía siempre a su portero como salvavidas. Le paró un zapatazo a Ernesto con una palomita, le detuvo un remate raso a Señé y resolvió sin problemas un cabezazo inocente de Sofiane, que está en el sitio adecuado para un nueve, pero que está negado en sus remates. Y cuando marcó, estaba en posición de fuera de fuego.

Sin avasallar como en el primer cuarto de hora, el Ibiza, merecía el empate, aunque la ansiedad y la precipitación hacían mella en alguna jugada con disparos forzados de Bebé desde fuera del área en lugar de tener paciencia para masticar más la jugada.

Hasta Iago Indias lo intentó atravesando todo el campo sorteando rivales, pero de nuevo apareció el pie salvador de Rebolló.

Parecía increíble que el conjunto ibicenco se fuera al descanso perdiendo y más dura todavía fue la prolongación, con otro balón dividido en la zona ancha, con la defensa expuesta y de nuevo Cedric asistió esta vez a Christos Almpanis, que sin oposición progresó por el costado izquierdo y superó a Ramón Juan. Dos contras, dos goles de los visitantes. El fútbol no entiende de poesía.

Tras el descanso, Jémez manyuvo el mismo once, porque en cuanto a juego, poco se le podía reprochar al equipo.

El Tarragona, un equipo veterano, jugaba con el reloj a su favor, evitando que el choque pudiera coger ritmo o continuidad. Pero el Ibiza seguía generando ocasiones, ante un Nàstic atrincherado en su campo con los once futbolistas, y Rebollo las desbarataba todas. Remates de todos los colores, rasos de Del Pozo a la escuadra de José Albert,y siempre aparecían las manoplas del guardameta visitante.

Jémez optaba por un triple cambio dando entrada a Del Olmo, Davo y Monju y sacaba del campo a Iago Indias, José Albert y a Señé.

El guion era el mismo, remates locales que detenía Rebollo. Los minutos pasaban y no llegaba el tanto que hiciera soñar con sumar algún punto. Pesaba también el cansancio, después de tanto derroche físico y costó más generar ocasiones en la recta final del choque, en las que se intentaban más las acciones individuales y era imposible superar a la ordenada defensa catalana. Debutó también Müller en los compases finales supliendo a Gallar.

El Nàstic cada vez más cómodo se limitó a dejar pasar los minutos para llevarse los tres puntos, tuvo más posesión y una ocasión clara para el tercero. Un premio excesivo por el juego que desplegó, pero aquí gana el que hace goles y el Ibiza lleva dos semanas seco. Hasta en la prolongación una clara ocasión acabó con un cabezazo desviado.

Cuesta creerlo con el talento que se le supone en ataque, pero esto es como la cartilla militar en la que siempre aparecía la leyenda de "valor se le supone". Se supone que esta plantilla tiene gol, pero con la teoría no basta.

Joan Tur

Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos...