Los embalses de Mallorca pierden cada año un 10% de su agua por evaporación, el equivalente al consumo de municipios como Sóller o Artà
Un estudio de la UIB calcula que Baleares pierde un hectómetro cúbico de agua anualmente y propone crear una tasa para compensar las pérdidas por evaporación

Dawid Kalisinski Photography

Palma
Los dos embalses de Mallorca, Cúber y Gorg Blau, pierden cada año, por evaporación, el 10 por ciento de su capacidad, lo equivalente al consumo de agua de municipios como Artà, Ses Salines o Sóller. Es la principal conclusión de un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad de las Islas, que pone cifras a la evaporación del agua de los embalses.
Uno de los autores del estudio, el catedrático Cels García, explica que las pérdidas de agua de los embalses por evaporación suponen para Baleares un hectómetro cúbico cada año, o lo que es lo mismo 400 piscinas olímpicas.
Hay que tener en cuenta que el consumo de agua de estos dos embalses representa solo entre el 8 y 9 por ciento de toda Palma. El resto de agua se obtiene a través de las reservas subterráneas y también de las desaladoras.
Otro dato que alertan los investigadores es el nivel de estrés hídrico. En el caso de Baleares ronda entre el 50 y 60 por ciento. Esa cifra analiza el uso de toda el agua, de los embalses, la subterránea y la desalada, y tiene en cuenta el consumo de los residentes, turistas y sectores como la agricultura o la industria. García alerta de que si el archipiélago no hiciera uso de agua desalada tendría unos niveles de estrés por encima del 80 por ciento.


Los datos del estudio se han obtenido de toda la Península y se han extrapolado al archipiélago. Según los investigadores, el 10 por ciento del agua evaporada de todos los embalses equivale a la mitad del consumo de los hogares de España.
Concretamente, según uno de los autores del estudio de la UIB, el profesor del departamento de Geografía, Enrique Morán, son 2.700 hectómetros cúbicos los que se evaporan cada año.
La evaporación del agua forma parte de su ciclo natural, sin embargo, hay que tener en cuenta esta pérdida si se almacena en un embalse para obtener una rentabilidad económica, ya sea a través de la venta para regadío o para generar energía eléctrica a través de las hidroeléctricas.
Morán ha cuantificado estas pérdidas del agua evaporada: en toda la Península cada año suponen alrededor de 800 millones de euros.
Entre las recomendaciones que lanzan: mantener los embalses a la mitad de su capacidad para reducir la superficie y que se evapore menos agua. Además, también influyen otros factores como la construcción de nuevas reservas o el aumento de las temperaturas por el cambio climático.
Los investigadores de la Universidad de las Islas proponen también que se estudie la creación de un impuesto o una tasa para compensar las pérdidas por evaporación en los embalses.




