Ibiza ya cuenta con 178 plazas más de 0 a 3 años con las escoletas de Santa Eulària y Sant Rafel
La de Es Baladres tiene capacidad para 111 alumnos y la de Sant Rafel para 67

Imagen del centro de Santa Eulària / Ayuntamiento de Santa Eulària

Ibiza
Este martes se han inaugurado dos nuevas guarderías públicas en Ibiza, la de Sant Rafel y la de Es Baladres, en Santa Eulària. Entre las dos darán cabida a 178 alumnos de 0 a 3 años. La de la Villa del Río, ubicada en la zona de Cas Capità, tiene un total de nueve aulas, con capacidad para 111 niños y la de Sant Rafel para 67. El conseller balear de Educación, Antoni Vera, estuvo presente en los actos de inauguración de los dos centros, junto con el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y responsables municipales.
El coste de Es Baladres en la Villa del Río ha sido de más de tres millones y medio de euros, de los que 1,4 se han financiado con Fondos Europeos y el resto por el Ayuntamiento de Santa Eulària, que conservará la titularidad del edificio y asumirá los gastos de conservación, mantenimiento y vigilancia, así como los de limpieza y reparación.
Las obras del centro de Sant Rafel han costado más de un millón y medio de euros, de los que más de 800.000 euros han sido financiados por fondos europeos y los casi 700.000 restantes por el Ayuntamiento.
La escoleta de Santa Eulària dispone de nueve aulas (3 para cada grupo, de 0-1 años, de 1-2 y de 2-3), además de una sala de psicomotricidad, un comedor, una cocina, una despensa y una sala para el profesorado, entre otras. Ocupa casi mil metros cuadrados en una única planta, con porches exteriores.
La Sant Rafel tiene 517 metros cuadrados de superficie, repartidos en dos plantas. Tiene cinco aulas para 7 niños de 0 a 1 año en la planta baja, y dos para 24 pequeños de 1 a 2 y dos más para 35 alumnos de 2 a 3 años, ubicadas en el segundo piso.
En ambas infraestructuras educativas se ha tenido en cuenta la sostenibilidad y disponen de paneles solares, sistemas de aerotermia para el agua caliente y la calefacción, controladores automáticos de la iluminación y, en el caso de la escoleta de la Villa del Río, control de emisiones, tejado de madera, aprovechamiento de las aguas grises y una cisterna.




