0-0. Tarazona e Ibiza empatan a nada
Los locales han estrellado dos balones en el palo y los ibicencos siguen nulos en ataque

Imagen del partido / Tarazona

Ibiza
La UD Ibiza ha rascado un empate de su visita en el campo del Tarazona y puede dar por bueno el punto, porque en un choque muy físico y poco vistoso, las ocasiones más claras han sido locales con dos balones a la madera. En cambio, el Ibiza mantiene su impotencia ofensiva,. El primer y único disparo entre los tres palos llegó a los 72 minutos con un remate flojo de Del Pozo. Sigue sin llegar el primer triunfo con Miguel Álvarez en el banquillo.
No se ve gran mejoría en el juego de ataque celeste, incapaz de encontrar caminos para llegar al gol, de generar peligro alguno en las acciones a balón parado, un tesoro en esta categoría. Y que decir del brillo individual de sus fichajes esta temporada, de los que se esperaba mucho, pero que ofrecen hasta ahora poco o nada.
Queda el consuelo de que al menos en lucha, brega e intensidad no ha sido inferior al rival este domingo y ha sabido controlar el ritmo de juego en la mayoría de los minutos del encuentro, sin cometer errores defensivos. Un bagaje rácano de un conjunto que se suponía destinado a cosas mayores, pero que a día de hoy no da más de si.
Hay que saber primero a que se va a jugar en el campo del Tarazona, donde todos los rivales se han estrellado hasta ahora. Las filigranas están prohibidas y El equipo aragonés tiene un estilo bien definido, Patadón hacia arriba para atacar, juego directo con la estrategia a balón parado como arma principal y cemento armado atrás para que el rival no le haga cosquillas.
Lo comprobó en seguida Fran Castillo que en sus dos primeras conducciones acabó derribado antes de que pudiera amenazar la portería local. Hay que marcar territorio y enseñar lo que te espera.
El Ibiza está ahora en plena crisis de identidad, no sabe si es carne o es pescado. Ya no son tiempos de amasar la pelota para no llegar a ningún sitio, pero tampoco ha encontrado otra fórmula efectiva para encontrar el gol o al menos asustar al portero contrario.
Lo que si parece tener claro el técnico, Miguel Álvarez, es que no se pueden perder todos los duelos, ni quedar retratado en las segundas jugadas. Hay que tener al menos intensidad si no se tiene fútbol y esto explica el once inicial. Bebé por primera vez desde su llegada esperando su oportunidad en el banquillo, al igual que Gallar, mientras que se reforzaba la zona ancha con otro medio centro, David García. Todo un aviso a navegantes que en un choque trascendental por la situación en la tabla se prescinda de dos de las estrellas del equipo por su pobre rendimiento.
El conjunto aragonés estuvo mejor en el primer cuarto de hora, con los jugadores visitantes mal posicionados, llegando siempre un segundo tarde y fruto de su empuje pudo adelantarse en el marcador en dos acciones a balón parado. Primero una falta lejana de Álvaro Jiménez que no acertó a despejar Nacho y acabó pegando en el palo y después un saque de esquina con una parada providencial de Ramón Juan.
Dos acciones que espabilaron a los ibicencos que empezaron a presionar más arriba y dejaron sin recursos ofensivos al Tarazona. El problema es que los visitantes tampoco tenían un canalizador de juego. Por dentro era imposible con los locales marcado territorio y aplicándose con contundencia y por fuera, los dos extremos, Ernesto y Fede Vico tampoco tenían opciones de encarar.
Todo eran imprecisiones, pases al rival y muchas acciones con balón dividido, futbol por los aires y puntapiés al esférico. Hay días en los que la pelota debería protestar cuando se abusa del patadón. Pero al menos los de Álvarez no sufrían y entendieron que el choque en un campo de dimensiones reducidas se tenía que jugar con este estilo de juego.
El Ibiza solo piso área en el primer tiempo en una acción de Fran Castillo con pase erróneo en boca de gol y en un disparo de Ernesto al exterior de la red. También se reclamó penalti por manos de un defensa del Tarazona que el colegiado tras revisar la jugada no apreció como una acción punible.
Así se llegó al descanso y en la reanudación más de lo mismo, tenía mas la pelota el Ibiza, sin generar peligro alguno, pero cuando el conjunto aragonés con su fútbol directo era capaz de forzar un saque de esquina sembraba el terror. Se vio a los 56 minutos con un balón a la olla que primero Traoré mandó al larguero, Ramón Juan salvó un segundo disparo y la defensa bajo palos evitó el tercer remate. Menos mal para los celestes que eran jugadas aisladas.
Ese peligro en la estrategia contrastaba con la inocencia visitante en las faltas o saques de esquina que logró forzar y que no supo rematar.
A pesar de que no se generaba acción de peligro alguna, Alvarez mantenía el mismo once en el campo, mientras que el Tarazona metía piernas frescas para seguir imponiendo su juego físico, aunque tampoco era capaz de dar dos pases seguidos y abusaba del pelotazo.
Tenía más control el Ibiza, aunque con nula productividad. Solo una llegada con cara y ojos en todo el segundo tiempo con asistencia de Ernesto y remate mordido de Del Pozo que estaba en posición franca a las manos del portero.
Para el último cuarto de hora, el técnico celeste se jugó la carta de Bebé y de Muller que salieron por Davo, batallador, pero al que no le llegó un balón en condiciones y Fran Castillo, que tampoco tuvo opciones de lucir su fútbol.
El futbol embarullado, un dolor de muelas para el espectador, los parones por faltas seguían siendo la tónica dominante con un Ibiza que forzaba algún saque de esquina o ponía un centro al área sin ningún rematador.
Así acabó el choque con los locales que mantenían una jornada más su portería a cero en casa y un Ibiza que sufrió menos en defensa, pero que sigue sin asustar, porque no sabe atacar, así que hoy por hoy solo puede aspirar a un empate a cero.

Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...




