Condenado un profesor de Palma por abusos a menores y comentarios sexistas: "Si pudiera me tiraría a todas las chicas de 16 años"

Palma

Un profesor de Palma ha sido condenado a seis meses de cárcel por abusar sexualmente de una alumna y realizar comentarios sexuales a tres estudiantes de 14 años. El docente, de 65 años, ha reconocido los hechos durante el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. Tras un acuerdo de conformidad con la fiscalía ha aceptado medio año de prisión, una multa de 270 euros y la inhabilitación para oficios que conlleven el contacto con menores durante tres años y medio.

Lo hechos ocurrieron durante el curso 2017-2018 en un grupo de tercero de la ESO. El condenado daba clases de Tecnología en un centro de la capital balear en el que llevaba trabajando 28 años. Según el relato de los hechos planteado por la fiscalía y reconocido por el condenado, éste venía realizando de forma habitual comentarios sexistas y menospreciativos a la dignidad de la mujer, en un tono y contenido ajenos al ámbito académico y, en ocasiones, en presencia de toda la clase.

El docente lanzaba frases como "a la pizarra solo salen chicas guapas" o "no vengáis a clase con leggins porque me ponen cachondo". En otra ocasión comentó "si pudiera me tiraría a todas las chicas de 16, 20 y 30 años". A una de las estudiantes, que fue a cuestionarle una calificación desfavorable, el condenado le dijo "si me enseñas cacho te apruebo". En otra ocasión y en presencia del resto de la clase le cogió la cara con las dos manos y le dio un beso en la frente.

A todos estos comentarios se sumaban tocamientos externos en la cara o en las manos impropios de la función docente que generaban en las menores incomodidad y rechazo.

En otra ocasión y mientras se encontraba una alumna en el almacén, el docente aprovecho el espacio estrecho para buscar el contacto físico con la menor intentando apoyar sus genitales en su trasero. En otro episodio se acercó por detrás en presencia de la clase y le acarició el pelo. La fiscalía sostiene que las menores no tenían la posibilidad de evadirse de los comentarios y las situaciones en las que les ponía el profesor. Una de las alumnas dejó incluso de asistir a sus clases.