Un centenar de facultativos se concentran frente a la Delegación del Gobierno para protestar contra el Estatuto de Marco
Exigen cambios para mejorar descansos, regular las guardias y garantizar condiciones de trabajo más seguras para trabajadores y pacientes
Palma
"La sanidad no se vende" o "Ministra dimisión" son algunos de los cánticos bajo los que un centenar de médicos se han concentrado esta mañana frente a la Delegación del Gobierno de Palma. Es la tercera de las cuatro jornadas de huelga convocadas contra el borrador del nuevo Estatuto de Marco.
Los facultativos denuncian que no reconoce la singularidad de la profesión, consolida jornadas muy largas y no afronta la falta de personal que arrastra el sistema desde hace años.
La protesta ha coincidido con la reunión entre representantes de la Confederación Española de Sindicatos Médicos y la ministra de Sanidad, Mónica García. Han reclamado un estatuto propio que garantice descansos reales, conciliación, la eliminación de la movilidad forzosa y que reconozca las guardias como jornada extraordinaria.
El delegado de riesgos laborales del Sindicato Médico de Baleares, Ignacio García, ha advertido que si la situación no cambia habrá un "apagón sanitario".
"Esperemos las reuniones nos traigan algo positivo. Nosotros lo que queremos es que el estatuto sea beneficioso. Detrás de todo esto están los pacientes y vamos a hacer todo lo posible para que este sufra lo menos posible".
El Colegio de Médicos ha respaldado la movilización y ha recordado que el objetivo no es mejorar condiciones individuales, sino garantizar la supervivencia del sistema sanitario público en las próximas décadas.
El presidente de la entidad, Carles Recasens, ha señalado que las concentraciones las organizan para mejorar las condiciones de los trabajadores y pacientes. "Sabemos que el sistema sanitario tiene que modificarse para hacerlo viable. Guardias de 24 horas y consultas de 40 pacientes en atención primaria no es el mejor sistema para atender a la población. El sistema actual debe cambiar para atender mejor a la población".
Durante la mañana profesionales de los distintos ámbitos sanitarios se han manifestado, entre ellos, residentes y profesionales jóvenes. Han advertido que las horas de guardia no se reconocen como tiempo trabajado y no cuentan para la jubilación.
Merçe es residente de tercer año y ha alertado de que atender pacientes tras más de 20 horas sin descanso compromete la seguridad asistencial. "Nadie querría ser atendido por un profesional sin dormir porque no se puede actuar de manera óptima. Debemos exigir todos esas condiciones de calidad de la sanidad pública que tanto se habla y tan poco cuidan".