Preocupación de las familias de la escoleta de can Cantó por la cesión de la gestión al Govern a partir de 2026

Ibiza

Las familias de la escoleta de can Cantó en el municipio de Ibiza han expresado su "profunda preocupación" ante el decreto aprobado por el Ayuntamiento de Ibiza que prevé la cesión del centro a partir del próximo curso al Gover balear.

Dicen que esta decisión se adopta sin haber contado con la comunidad educativa ni haber explicado con claridad las consecuencias reales de esta decisión. Por todo ello piden la convocatoria urgente de un consejo escolar conjunto de las dos escoletas municipales.

Can Cantó cuenta actualmente con cuatro aulas con capacidad para 55 plazas, aunque lleva dos años en obras,financiadas por fondos europeos que implicarán la creación de 67 nuevas plazas y 5 aulas más. Se ha tenido que pedir una prórroga en los plazos de finalización de los trabajos para no perder este dinero.

Francisco García, presidente del Consejo Escolar, explica a Radio Ibiza que las familias y el equipo educativo han vivido una situación de incertidumbre constante, marcada por cambios de escenario, rumores y falta de información oficial. “Nadie nos ha explicado claramente qué va a pasar con nuestros hijos, con sus educadoras o con el proyecto educativo que los acompaña desde que eran bebés”, explica.

Bebés que pierden sus referentes

García destaca que la etapa de 0 a 3 años es clave para el desarrollo emocional, y que en ella los niños y niñas construyen vínculos profundos con sus educadoras, que son su referencia diaria de seguridad y confianza.“Hablar de cambios de personal en estas edades no es una cuestión administrativa. Es hablar de bebés que cada mañana necesitan brazos conocidos, voces familiares y rutinas estables para sentirse seguros”, .

Según denuncia, el decreto puede suponer la pérdida de las educadoras de referencia, la reducción de horarios y el cierre del centro durante el mes de agosto, sin que exista ningún informe pedagógico que garantice que estas medidas benefician al alumnado.

Las familias lamentan que una decisión que afecta de manera tan directa al día a día de niños tan pequeños se haya tomado sin diálogo, sin participación y sin transparencia.

Obras, ruidos y falta de espacios educativos

A esta preocupación se suma el impacto que han tenido las obras de ampliación del centro durante casi dos cursos escolares completos, con la pérdida de espacios educativos esenciales como salas de psicomotricidad y talleres, además de ruidos, polvo y una convivencia diaria con la obra dentro de un centro que acoge a bebés.

Miedo a perder calidad educativa

Irene López, miembro del consejo escolar subraya que su preocupación no es un rechazo al sistema público, sino el miedo a perder un proyecto educativo cuidado, cercano y de calidad, construido durante años con un equipo estable y comprometido.

“No queremos que la educación de nuestros hijos se convierta en una cuestión de gestión y números. Queremos que se priorice el bienestar, la atención individualizada y la calidad educativa”, dice López.

Pausa, diálogo y garantías

Por todo ello, las familias de Can Cantó piden al Ayuntamiento que no ratifique el decreto sin antes abrir un proceso real de diálogo, escuchar a la comunidad educativa y aportar garantías claras y por escrito sobre el futuro del centro, del personal y del proyecto educativo.

“Pedimos algo muy sencillo: que se pare, que se explique y que se piense en los niños. Porque las decisiones que se toman hoy marcarán su bienestar y su forma de vivir la escuela mañana”, concluyen López.

El decreto aprobado por el Consistorio enmarca el cambio en la "dinámica actual" entre los ayuntamientos de las islas y la Consellería de Educación por la que las administraciones locales construyen los centros educativos infantiles para ceder después la gestión al Govern.

A pesar del cambio de titularidad a partir de septiembre de 2026, el gobierno local seguirá asumiendo la conservación, mantenimiento y vigilancia del edificio, así como los gastos de limpieza, reparaciones y suministros.