El Consell de Mallorca atiende a 293 mujeres en el primer año del Centre Libertas
La falta de vivienda asequible en las Islas está provocando que se flexibilicen las ayudas para las mujeres que no pueden encontrar un piso
Palma
El Consell de Mallorca ha atendido a 293 mujeres víctimas de violencia sexual durante el primer año de funcionamiento del Centre Libertas. Se trata de un espacio especializado, ubicado en la torre Asima en el polígono de Son Castelló, que presta un servicio a mujeres que han sufrido algún tipo de violencia sexual. Además, actualmente 94 mujeres mantienen procesos activos y continúan recibiendo atención especializada.
El conseller de Presidencia, Toni Fuster, recuerda que el Centre Libertas funciona las 24 horas del día, los 365 días del año, con atención presencial, telefónica y en línea, además de un servicio de urgencia cuando la situación lo requiere.
El 65 por ciento de las mujeres atendidas acudieron por agresiones sufridas en el pasado, lo que refleja, dice, que las consecuencias de la violencia sexual perduran en el tiempo y que muchas buscan ayuda cuando se sienten preparadas para iniciar su proceso de recuperación.
Prácticamente, la mitad de las mujeres atendidas tenía menos de 30 años. En el 60 por ciento de los casos el agresor era una persona conocida del entorno de la víctima, lo que demuestra, según Fuster, que la violencia sexual muchas veces se produce en espacios y relaciones donde debería haber confianza y seguridad.
Casi la mitad de las mujeres atendidas ha interpuesto denuncia, mientras que el resto no lo ha hecho o no consta esta información.
Falta de vivienda
La falta de vivienda asequible en las Islas está provocando que se flexibilicen las ayudas para las mujeres que no pueden encontrar un piso en situaciones cuando desean separarse o vivir de forma independiente.
La Directora Insular de Familias, Ana Ferriol, asegura que permiten alargar la estancia en los pisos de acogida residencial, durante semanas o incluso meses, o si no también ofreciendo una aportación económica.
Otra problemática con la que se han encontrado es el temor a que las medidas de protección fallen, como las pulseras telemáticas.
En ese sentido, Ferriol asegura que desde el Consell de Mallorca se trabaja para proteger a la víctima de forma emocional.
