'Conversamos con' los maestros relojeros: "Cada rellotge és diferent i té el seu temps. Les campanades, per segons, no passen a la vegada a Palma que a Madrid"

Palma

El sonido de estas campanas, nos llevan directamente a la noche de fin de año, que escuchamos con atención los primeros 36 segundos del año, que es lo que duran las 12 campanadas. Estas, en particular, son las campanas d'En Figuera, que dan la bienvenida a los palmesanos del nuevo año y que también marcan el ritmo de la ciudad el resto de días del año. La historia de ‘En Figuera’ se remonta al año 1386 cuando el Gran y General Consejo compró a los dominicos una torre en la calle Victoria, donde instalaron un reloj con campana de 1.880 kilos, obra del platero Pere Joan Figuera.

Esta torre era conocida como ‘Torre de les Hores o d'en Figuera’ y fue uno de los primeros relojes de torre de España. La torre fue dañada por un tornado y fue derribada, trasladando en 1848 el reloj y la campana al actual edificio de Cort. En 1964 fue restaurado y posteriormente electrificado por el relojero municipal Fernando Fernández. El reloj y su campana forman parte de la historia de la ciudad y como la historia, el reloj tampoco se detiene gracias al trabajo de los maestros relojeros, Toni y Biel Julià, encargados del mantenimiento del reloj de Cort. Ambos, padre e hijo, regentan la Rellotgeria Brújula de Felanitx. Son la segunda y tercera generación de relojeros que mantienen en pie el negocio familiar.