El consumo de agua en Mallorca ha crecido un 5,5% en 2024 respecto de 2023
Según el Segundo Informe de Sostenibilidad del Observatorio de Mallorca, el mal estado de las aguas subterráneas, la temperatura desmedida del mar y la presión humana están en el punto de mira
El consumo de agua en Mallorca ha crecido un 5,5% en 2024 respecto de 2023. Es el dato más preocupante para la Fundación Mallorca Preservation que hoy ha presentado el Segundo Informe de Sostenibilidad del Observatorio de Mallorca. El mal estado de las aguas subterráneas, la temperatura desmedida del mar y la presión humana están en el punto de mira.
Esta radiografía ambiental de la isla muestra señales de alerta roja en los recursos hídricos de Mallorca: casi la mitad de nuestros acuíferos se encuentran en una situación crítica por la sobreexplotación y la salinización. De hecho, este verano las reservas bajaron del 50% de su capacidad. "Más del 60% del agua que consumimos viene de aguas subterráneas. Durante el 2024, más del 50% estaban en un mal estado, principalmente químico", alerta Irene Wagner, coordinadora del proyecto del Observatorio.
La presión se siente de igual manera en la superficie y en el mar. El informe destaca que el mar balear se está calentando un 20% más rápido que la media mundial. A esto se suma la presión humana, que batió récords este año con una media de un millón 200 mil personas diarias sobre el territorio con lo que implica eso con respecto al consumo. En el mes de agosto se han alcanzado picos de casi un millón y medio de personas.
En el 2024, casi el 80% de los residuos que se generaron eran de tipo rechazo. Es decir, que no se pueden reciclar. En Mallorca cada persona tira alrededor de 540 kilos de basura al año. Wagner asegura que "este aumento va ligado al Índice de Presión Humana, que señala un 3% más que el año anterior".
El análisis también recoge datos positivos. La energía renovable ha dado un salto gigante: crece un 44% respecto a 2022. Además, el campo mallorquín avanza hacia la sostenibilidad: la superficie de agricultura ecológica ya roza las 40 mil hectáreas, lo que sitúa a la isla muy cerca de cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea para el año 2030.
