Háganse mirar la FP
El comentario de Juan Carlos Castañeda

El País

Santa Cruz de Tenerife
Con un paro juvenil en nuestra tierra del cincuenta por ciento, el marcado laboral canario no deja de presentar sus singularidades. En estos micrófonos. Por ejemplo, han escuchado ustedes a empresarios de la construcción lamentarse de la escasez de mano de obra en el citado sector del que se afirma, turismo aparte, está tirando con fuerza de la recuperación económica en Canarias.
Con esos niveles de desempleo juvenil, y dejando a un lado el doloroso segmento que engloba a los denominados ninis, cabe hacerse preguntas sobre el sector educativo y formativo en las islas. Procede hacerlo, porque con un cincuenta por ciento de paro juvenil, resulta chocante que, al margen de la construcción, la patronal canaria lamente la inexistencia de especialistas en el sector audiovisual, técnicos de diseño, soldadores, frigoristas, peones, comerciales y técnicos de alimentos en la rama del comercio. A esas especialidades mentadas, hay que unirles en el ámbito de la construcción la solicitud de ferrallistas, alicatadores, diseñadores de interior, y la queja de que para el mismo aparecen mayoritariamente poseedores del título de directores de obra o gerentes que son puestos de trabajo para los que no existe demanda.
Algo anómalo debe estar sucediendo cuando la propia Dirección General de la Formación Profesional del Gobierno de Canarias , reconoce y reafirma el planteamiento de la patronal y, además, añade que los jóvenes siguen demandando las titulaciones profesionales de siempre. Nadie pretende interferir en la voluntad de dar salida a la vocación individual de las personas, pero no deja de ser cierto, que uno de los factores en estos tiempos que fomenta las patologías mentales es la frustración de muchos titulados ante la imposibilidad de trabajar en lo que han estudiado.
El que nos ocupa es un tema de compleja solución y que para encontrarla requiere de un periodo largo de tiempo, lo que agrava mucho más la asimilación de tan paradójica situación: cincuenta por ciento de paro juvenil y ausencia de cualificaciones profesionales demandadas por el mercado laboral. Algo no se está haciendo bien, y eso que, de momento, nos quedamos en el ámbito de la FP, y no abordamos el terreno universitario. Sin obviar cuestiones salariales, alguien con riendas gubernamentales en sus manos se lo debería hacer mirar.

El comentario de Juan Carlos Castañeda
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