Este Día de Canarias
El comentario de Juan Carlos Castañeda

El comentario de Juan Carlos Castañeda
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Santa Cruz de Tenerife
Igual es consecuencia de los numerosísimos casos que afectan a familias vulnerables que se asoman a la ventana de esta radio para demandar ayudas, o denunciar las penurias que los rodean, o tal vez sea que a lo anteriormente apuntado, haya que sumarle la cantidad de frentes de suma importancia que tiene abiertos esta tierra y que pueden aminorar bastante las expectativas de recuperación socioeconómicas que se apuntan como probables, pero lo cierto es, que en pensando en el próximo lunes y en la conmemoración del Día de Canarias, el timple figurado y que no sé tocar, se me antoja de un peso insoportable.
No está en cuestión el amor que debemos sentir por nuestra tierra, por nuestras tradiciones y por nuestros hechos diferenciales, pero la bronca política instaurada en este territorio agitada por el horizonte electoral del próximo año, llama al desánimo hasta de los más optimistas. Los intereses enfrentados, la isa desencadena que protagoniza nuestra clase política, la tibieza del recipiente del puchero en el que deben cocinarse las respuestas que precisa nuestra sociedad, casi hasta nos roban la sonrisa entrañable que nos brinda la estampa de nuestros niños y niñas en sus colegios con sus coloridas vestimentas de los trajes típicos que lucen.
El confinamiento propio a la pandemia y el régimen de restricciones inherentes a la misma, han propiciado que entre nuestra gente haya germinado la necesidad de degustar hasta el máximo nivel las celebraciones populares, pero los factores inicialmente apuntados me hacen pensar en que se trata de una huida hacia delante propulsada por una sensación de profundo hartazgo. A mí en particular me supera la sensación de provisionalidad que aparece acompañar permanentemente a la gestión pública, que se me antoja comparativamente a un traje de mago parcheado. Muchos asuntos por resolverse y unos y otros parecen más entregado a la propaganda que a la buena gobernanza, un mal que parece haber contaminado a casi todas las administraciones.
Después del 30 de mayo vendrá el 31 y el resto del calendario con todos los interrogantes inherentes al mismo, pero en fin, no se desanimen por estas líneas cargadas de preocupación de presente y de futuro, y como dice nuestro folclore vístanse de magos con alegría...eso sí no entonen nuestras canciones como plegarias, que de rezar vamos sobrados.




