Opinión

Sobre el reparto del maná europeo

EL ENFOQUE 1 JUNIO

Santa Cruz de Tenerife

El maná de Europa (y con él otros de mejor enjundia) llovió el año pasado sobre 3.245 empresas y entidades subvencionadas por el Gobierno, los Cabildos y los Ayuntamientos de las islas, que repartieron en ‘grandes subvenciones’ 1.327 millones de euros. El impacto de la crisis obligó a disparar las ‘grandes subvenciones’ (las que superan los 60.000 euros), que pasaron de ser menos de 500 en 2019 a ser 3.245 en 2021, casi 1.330 millones de euros, frente a los menos de 175 recibidos en 2019. Se repartió ocho veces más dinero en ‘grandes subvenciones’ en 2021 que dos años antes.

Nada que objetar, en principio: la situación de cierre general creada por la pandemia obligó a multitud de empresas a interrumpir su actividad, y las Administraciones, con la ayuda de los recursos de Europa, establecieron dos tipos de políticas para evitar la hecatombe empresarial. Por un lado, una política destinada a salvar los puestos de trabajo –los ERTEs por Covid, a los que se afiliaron la práctica totalidad de las empresas del país- y por otro lado, el reparto masivo de subvenciones, tirando de los fondos de emergencia europeos.

Pero ha ocurrido algo curioso: mientras las ‘grandes subvenciones’ se multiplicaron casi por ocho para hacer frente a la pandemia, con las subvenciones inferiores a los 60.000 euros -las que tenían que cubrir las necesidades de los autónomos y pequeños empresarios-, no ocurrió lo mismo: las grandes empresas se han repartido la parte mayor del maná: 1.327 millones para las grandes, frente a 1.075 para las pequeñas. En términos de media: 409.000 euros repartidos por empresa grande, frente a 45.500 euros de media para las empresas pequeñas.

Y aún queda por repartirse la morterada gansa de los Proyectos Estratégicos –los PERTEs-, un dinero que las empresas pequeñas no van siquiera a oler…