Mujer y con hijos a cargo, el rostro de la exclusión social en Canarias
Cáritas Diocesana atendió a 45.000 personas en las islas el pasado año, un 83% más que en 2019
La pobreza en Canarias se ha agudizado durante la pandemia. Así lo refleja la Memoria Anual de Cáritas Diocesana correspondiente a 2021 que recoge datos como que la exclusión social ha crecido en las islas hasta el punto de afectar a casi el 30% de la población, con algo más de 630.000 personas. Caritas atendió durante el pasado año a cerca de 15.000 hogares con un impacto de 45. 000 personas, un 83 % más que durante la pre pandemia en 2019.
Cáritas ha alertado a través de su secretaria general, Caya Suárez, del incremento de personas con problemas de salud mental en riesgo de exclusión y que se ha multiplicado por cuatro en el último año. Señalan que el 81% de las personas atendidas no tiene vivienda propia y carecen de los medios necesarios para las necesidades más básicas. Este documento, también refleja que la pobreza afecta en su versión más severa, a mujeres y migrantes y que un 72 % está en situación de desempleo y un 40 % tiene menores a su cargo.
Para el director de la institución, Gonzalo Marrero, “la vuelta a la normalidad tras la pandemia no ha favorecido a las personas más empobrecidas en Canarias atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias”.
Asimismo, la memoria indica que más del 30% se encuentra afectada por situaciones de vivienda insegura y de vivienda inadecuada, tasas que en la población canaria son del 7,8% y al 13,1% respectivamente, según el informe FOESSA (2021).
Suárez, también señaló que han detectado que un número creciente de personas han abandonado sus tratamientos médicos ante la imposibilidad de afrontar el gasto farmacéutico. Un 13% de las personas atendidas ha necesitado este tipo de ayuda para hacer frente a los gastos de medicación en las familias a pesar de la subvención a los mismos, mientras que un 28% ha requerido ayuda para el pago de alquileres y alojamiento. Cáritas Diocesana de Canarias, desde su servicio de prevención de la exclusión residencial y el desahucio, ha atendido a 250 familias en riesgo de perder su hogar y quedar en la calle.
Cáritas Diocesana de Canarias también ha detectado un importante incremento de problemas de salud mental como consecuencia de la crisis de la pandemia. En este sentido el informe FOESSA refleja que se ha multiplicado por cuatro y ahora alcanza al 19% de la población canaria. Más de 400.000 personas están afectadas por algún tipo de situación de este tipo. Las consecuencias de la COVID-19 también han producido un aumento y deterioro tanto físico como de salud mental mayor en las personas en situación de sin hogar.
La pobreza tiene rostro de mujer
Según Suárez, el informe FOESSA ya apuntó que el rostro de la pobreza en Canarias es de mujer. El 63% de las personas que acuden a Cáritas Diocesana de Canarias en busca de algún tipo de ayuda son mujeres con edades entre 40 y 59 años. Hay que tener en cuenta que 8 de cada diez hogares que acoge la institución son monoparentales, sostenidos por una mujer sola, con menores a su cargo.
En el ámbito de las mujeres en contexto de prostitución en el que Cáritas Diocesana de Canarias trabaja a través de su proyecto Lugo, se ha observado en el último año un incremento del 114% en la detección de mujeres atendidas en por la institución víctimas de trata con fines de explotación sexual.