Efectos del adiós a las mascarillas
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comentario castañeda 16 junio
Santa Cruz de Tenerife
Sería de hipócrita abogar por las vueltas de las mascarillas, porque uno forma parte de esa legión de sujetos que acabó del artilugio, nunca mejor dicho, hasta las mismas narices.
Pero lo expuesto no contraviene para nada el dato publicado por el diario el país la semana pasada, que nos recordaba que en España siguen muriendo diariamente 50 personas por el Covid.
Insisto, no peco de hipócrita pidiendo la vuelta de los también llamados cubrebocas, pese a que ayer la gerente del Hospital Universitario de Canarias, nos recordaba en estos micrófonos hablando de la saturación del servicio de Urgencias, que la presión asistencial que registra su centro hospitalario es un 19 por ciento superior al que registró el mes de mayo del año pasado.
Algo está pasando desde que se ordenó la relajación da las medidas contra la pandemia y no vale desviar la mirada para otro lado.
Algo sucede cuando los datos cantan y señalan que el servicio de Urgencias de este hospital de referencia atiende a una media diaria de 239 personas y que las patologías víricas y respiratorias se han incrementado desde que se produjo la retirada del uso de las mascarillas.
Sabido es, valga el topicazo, que el nuestro no es país para viejos. Tan sabido como que la saturación del servicio de Urgencias del HUC es todo un clásico de nuestra sanidad pública y de los titulares en los medios de comunicación.
Tan topicazo como el hecho indiscutible de que, pase quien pase por la Consejería de Sanidad, no hay quien acabe con la imagen de pacientes hacinados en los pasillos del citado servicio de Urgencias.
Y por falta de anuncios de ampliación de instalaciones y de incremento de dotaciones económicas no será, que ya se sabe que el papel lo aguanta todo.
Pero una cosa es gobernar y otra, bien distinta, gestionar. Lo que sucede es que, con mascarillas o sin ellas, la realidad sanitaria desenmascara al mayor de los voluntariosos en esto de la gestión de nuestra sanidad pública.
Diga 33 mientras ellos siguen en 33.




