El juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 de Las Palmas de Gran Canaria, en una sentencia pionera en Canarias, ha dado la razón a una profesora de Inglés que solicitaba la jubilación anticipada por incapacidad permanente al padecer fibromialgia y otras patologías que le impedían dar clase en un centro educativo del municipio grancanario de Firgas. Esta funcionaria de carrera acudió a la Justicia después de que el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) de la Seguridad Social, -a pesar de reconocerle las patologías-, entendiera que la docente no presentaba ninguna lesión que le impidiera ejercer su actividad. En concreto, Yolanda Ventura sufre fibromialgia grave en grado III, además de colon y vejiga irritable, alteraciones del patrón del sueño, y síndrome de sensibilidad química y ambiental, entre otros problemas de salud. «Todos mis informes médicos están avalados por especialistas del Servicio Canario Canario de Salud y lo que no se entiende es que el EVI vaya en contra de sus propios profesionales», ha explicado esta profesora en SER Las Palmas, donde ha relatado lo díficil que ha sido para ella dar clases en estas circunstancias: «Yo adoro mi profesión pero es muy duro trabajar en estas condiciones, he llorado en el baño y me he escondido para que no me vean aunque los alumnos se han dado cuenta y me han venido a dar ánimos». «Nadie nos entiende salvo los que lo sufrimos; de hecho, muchas madres me han venido a decir Ay Yolanda, cómo te entiendo», ha destacado la afectada quien ha lamentado la falta de sensibilidad entre los valoradores de la Seguridad Social: «A pesar de los informes médicos, no me han pagado mi sueldo ni me han reconocido las bajas; he estado incluso dos meses sin cobrar pero por fin la Justicia dice Señores del EVI, se equivocan, hay informes que lo avalan ». Ahora la sentencia judicial señala que esta profesora «difícilmente podría mantener ninguna actividad laboral con regularidad ni eficiencia por muy sedentaria que ésta fuera, presentando grandes limitaciones en su vida social y familiar y en su autonomía». Para la afectada este fallo pionero en Canarias representa todo un alivio, no solo para ella, sino para todos aquellos que están en su misma situación, porque la sentencia pone el acento en que es necesario que el EVI estudie cada uno de los casos y no se base en generalidades, y que justifique más sus resoluciones, con informes exhaustivos: «Esto es una válvula de escape, nos abre una puerta a la esperanza porque la jueza pone de manifiesto que no se puede generalizar, que hay que estudiar cada caso y escuchar a cada persona porque no hay enfermedades, hay enfermos y cada uno tenemos que ser escuchados en particular».