Más ricos y más pobres

Santa Cruz de Tenerife

Era madrugada todavía cuando el diario El País en un rincón de sus páginas económicas de ayer señalaba que el patrimonio de los ricos crece un 5,3 por ciento, y que el número de millonarios en España se incrementó un 4,4 por ciento.

Vamos, que la riqueza aumentó en número y en volumen.

Unas horas más tarde, en una mañana ventosa lagunera, Cáritas, en rueda de prensa, aventaba cifras insulares, que señalan que en esta isla existen 1.322 personas sin hogar, que se desgranan entre los que habitan en la calle, chabolas e infraviviendas.

Tales cifras, como siempre, vienen acompañadas de una foto de mujer de entre 40 y 65 años de edad.

El termómetro lagunero no bajó de nivel cuando los representantes de la ONG católica, indicaron que 2.500 personas con vivienda viven al borde del desahucio.

Las líneas económicas del país y los datos de Cáritas ponen en el escaparate social una España en colores para un puñado de personas y otra oscura y desalentadora para decenas de miles de seres humanos.

La riqueza insultante camina de la mano de una pobreza que tendría que ser intolerable.

Pero el cabreo comparativo de unos datos y otros se multiplica e invita a reflexionar, cuando Cáritas se descuelga con la afirmación de que el modelo económico canario sigue generando trabajadores pobres. Y que aquí diariamente se vulneran los derechos de las personas en exclusión.

Joder, con los bolcheviques de la Iglesia que agitan con sus informes el rebaño que otros apacientan o intentar hacerlo con políticas sociales fallidas.

Y mientras tanto los ricos preocupados porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que uno de ellos entre en el reino de los cielos.

Bautista, tengo un nudo en la boca del estómago que no me deja pasar ni un bocado de una tosta de caviar.

Perdónalos señor porque ellos sí saben lo que hacen.