El confinamiento provocó un aumento de las adicciones en Canarias

Santa Cruz de Tenerife

La Asociación de Entidades Canarias de Adicciones acaba de presentar el resultado de dos encuestas, realizadas a 1.255 personas (pacientes de las entidades), entre abril y junio del año 2020, y diciembre de 2021 y enero de 2022. Destacan que, con respecto a los datos que se tenía hace 5 años, las adicciones al consumo de alcohol, heroína o cocaína han crecido un 15%, y solo en todo el año 2021 se atendieron 24.280 personas en el Archipiélago.

Aunque las asociaciones que engloban la organización regional estuvo operativa durante todo el confinamiento, el presidente de la Asociación de Entidades Canarias de Adicciones, Jorge Hernández, reconoce que hubo "dificultades" para atender a todo el mundo, ya que muchas personas carecen de recursos tecnológicos y precisan de una atención presencial lo que hizo que "algunos suspendieran su tratamiento". Además, Hernández exige a las administraciones públicas del Archipiélago que "prioricen" las adicciones en la agenda pública y un aumento en los presupuestos ya que "llevamos años con las mismas subvenciones".

Este estudio señala que el 80% de las 1.255 personas encuestadas son hombres, el 75% de los entrevistados no tiene trabajo, un 48% (600 personas) comprobaron como la ansiedad aumentó durante la pandemia y un 16% de los pacientes reconoce que, el confinamiento, hizo que crecieran las adicciones a los juegos tecnológicos o las apuestas online. Mientras tanto, la cifras sobre cuántas mujeres padecen una adicción no son fáciles de recopilar. Y es que el portavoz de la Asociación de Entidades Canarias de Adicciones, Juanjo Pérez, reconoce que "existe un estigma social" por lo que resulta complicado saber el número de mujeres con adicciones en las Islas.

Pérez lamenta, además, que durante los años 90 las adicciones era una de las principales preocupaciones de la población. Situación que, en la actualidad, ha cambiado mucho y ya no es preocupante entre la sociedad. Esto junto al aumento de pacientes y el estancamiento en las subvenciones -aunque tras la crisis económica se aumentó un 10% de la ayuda económica- hace, según Juanjo Pérez, que "se corra el riesgo de que las adicciones queden arrinconados y no seamos capaces de atender la demanda de personas que lo necesitan".