Opinión

El error de vivir de espaldas al mar

LA MIRADA 22 JUNIO

Santa Cruz de Tenerife

Los puertos siempre han ejercido una extraña atracción sobre una parte de la población. Recorrer sus muelles, reposar unos minutos sobre un noray, respirar el olor a mar o descubrir la variedad de tamaños y formas de sus barcos, son algunas de las experiencias que ofrecen. Por ello, las grandes ciudades portuarias del mundo han realizado operaciones de calado para abrir sus puertos a los visitantes. Se les denominó con el término inglés de waterfront y en ellos se recuperaron viejos almacenes para instalar restaurantes y espacios de ocio con vista al mar. Canarias quedó, sin embargo, rezagada en ese potente movimiento urbanístico de conectar puerto y ciudad. Y aún siguen sus capitales portuarias debatiéndose en un quiero y no puedo. Ya es hora de que se afronten sin complejos operaciones de calado para reordenar la actividad portuaria dejando espacio para instalar en nuestros muelles espacios de recreo para la ciudadanía. Vivir de espaldas al mar debe quedar como un error del pasado, no del futuro.

Marta Cantero

He trabajado en diversos medios de comunicación...