Pino González, cooperante canaria en Ucrania: "La población tiene miedo, le cuesta creer lo que está viviendo"

Las Palmas de Gran Canaria

Pino González, tiene a sus espaldas 20 años de experiencia en otros tantos paises a los que ha viajado para sumarse como voluntaria a programas de emergencia humanitaria en zonas hostiles como Siria, Afganistán o Mozambique, y ahora es coordinadora de la misión exploratoria de Médicos del Mundo en Zaporiyia, una ciudad industrial a la que llegó hace unos días tras un largo trayecto en tren de casi 24 horas. Atravesó un país en tensión por los bombardeos arbitrarios del ejército ruso.

Esta cooperante canaria está a escasos 40 kilómetros del frente donde soldados de ambos bandos combaten cuerpo a cuerpo. Lo que se encontró fue una población muy castigada por la invasión rusa, no sólo por las graves heridas de guerra, también por las lesiónes psicológicas que está dejando este conflicto bélico que cumple hoy 124 días. Aquí ha comprobado el estres y la tensión que vive la población ante el recurrente sonido de las sirenas, los bombardeos y los relatos desesperados de las personas que buscan refugio lejos de las zonas arrasadas por el cruento combate. Con todo, asegura que los ucranianos tienen la esperanza de recuperar algún día sus vidas. "Lo que expresan es miedo, inseguridad e incertidumbre. En general, no se creen lo que están viendo. Creo que es una situación complicada de gestionar, pero ahí está la capacidad de resiliencia de los ucranianos. Confían en regresar algún día a sus vidas", aseguró.

Ese intento por recuperar la normalidad se observa en las calles donde los ciudadanos "tratan de sobrevivir, buscando en el día a día aferrarse para tirar adelante, pero hay personas mayores o con discapacidad que lo tienen más dificultad para desplazarse a una zona segura y tienen que quedarse en lugares donde están siendo atacados".

Médicos del Mundo, que opera en Ucrania desde 2015, coincidiendo con la guerra en el Donbas, tiene desplegados 120 voluntarios en el país, Pino González es una de las pocas españolas de esta ong que se encuentra en el país.