A golpe de tambor
COMENTARIO CASTAÑEDA 29 JUNIO
Santa Cruz de Tenerife
Más allá del divertimento que ha causado que el Ejército del Aire, haya pasado a denominarse del Aire y del Espacio y por apuntarme a la moda de innovar, propongo que a afectos de trazar la mediana entre las aguas de Canarias y Marruecos, la delegación española encargada de dicha negociación, incorpore a la misma a Casimiro Curbelo que, tocando el tambor, cante lo que señala el folclore gomero cuando dice lo de "hice una raya en la arena, p’a ver donde la mar llega”.
A golpe de tambor, asunto zanjado, pese a que estamos en tiempos en los que muchos se hallan en pie de guerra por aquello de la etapa pre-electoral que se deshoja en estos momentos.
Tambores por doquier que anuncian luchas encubiertas y en algunos casos cargadas de hipocresía.
Porque, miren ustedes, no hay socialista con dos dedos de frente que pueda negar que, en su intervención primera, Pedro Sánchez metió la pata hasta el corvejón felicitando a la Gendarmería marrroquí tras haber esta consumado una masacre literal con una treintena de inmigrantes que intentaron saltar la valla para acceder a Melilla, palabras del presidente del Gobierno injustificables, pero que son confrontadas por unos hipócritas que han reaccionado al ver la crudeza de las imágenes, porque al fin y al cabo son las fotos terribles las que promueven una reacción que en el caso de Canarias es ignorada porque la crudeza de los ahogamientos de los migrantes en nuestras costas se les antoja más leve que la brutalidad de la represión ejercida por el reino de Marruecos.
La foto, siempre la foto es la que propicia los golpes de pecho con fechas de caducidad ante el drama migratorio. Si no fuera por la foto e imágenes del otro lado de la valla, a sus señorías se las traería al pairo tal matanza, porque si estuvieran interesados en luchar contra la muerte de inmigrantes con independencia de la naturaleza de aquella, estarían fijos en canarias y comprometidos hasta las orejas en la lucha contra las mafias que trafican con el hambre y las ganas de un mundo mejor que mueren periódicamente ahogadas en estas aguas atlánticas.
Sobran hipócritas y excelsos militantes de la rentabilidad de formar parte de la asociación de ganadores con los muertos caídos a las puertas de fronteras ya sean de metal o acuáticas.