La Historia tras los rótulos comerciales de Las Palmas de Gran Canaria

Jaime Medina es presidente de la asociación para la defensa del patrimonio gráfico canario Ínsula Signa y es uno de los pocos pintores rotulistas artesanos que quedan en España, una profesión en peligro de desaparecer por la imposición de las nuevas tecnologías y el paisaje de franquicias globales que ocupan los locales de las ciudades. Barcelonés afincado desde hace varias décadas en Ingenio, en Gran Canaria, donde tiene su taller en una de las casas antiguas del casco. Lo encontramos en plena faena, colocando algunos de los rótulos comerciales históricos que ha rescatado y que se amontonan por todas partes; en las paredes, de arriba a abajo y en otros habitáculos. Algunos son especialmente aparatosos pero simbólicos y de gran interés.

Puedes escuchar el reportaje íntegro en el siguiente podcast:

Mientras hace hueco y prepara las pinturas para trabajar en el último encargo y pone un poco de música para inspirarse, nos explica cómo empezó su pasión por los rótulos. En ciudades como Las Palmas de Gran Canaria nos permiten viajar en el tiempo y conocer la historia, las influencias y comportamientos sociales de cada época. Una de las características de la rotulación en las Islas es encontrar carteles en un único idioma extranjero, dirigidos a las colonias de compatriotas que vivían en la ciudad emergente y cosmopolita de principios del siglo XX. La Asociación Ínsula Signa tiene localizados e identificados varias decenas de rótulos de interés etnográfico en diferentes puntos de Gran Canaria y han solicitado a las administraciones públicas la protección de varios de ellos especialmente valiosos como Bien de Interés Cultural, antes de que acaben en el vertedero, pero Medina lamenta que, de momento, no han encontrado apoyo ni sensibilidad institucional con este patrimonio.

De hecho, en España hay muy pocos rótulos comerciales protegidos. Uno de ellos es el mítico Tío Pepe en Madrid u otro en La Palma, un mosaico de Nitrato de Chile, explica. Mientras esperan ese compromiso institucional, Jaime repasa algunas de las joyas que han logrado rescatar y que guarda la Asociación como el de la Librería Rexachs que permaneció abierta durante más de un siglo en la calle Triana de la capital grancanaria o de la mítica sala de fiestas Cuasquías.

Aunque la finalidad de los rótulos es atraer clientes a los locales, llamar su atención, en otros casos, sobre todo durante la dictadura franquista, ocultaban otras actividades clandestinas como el que conservan de la tienda de iluminación Electro León, en cuyo sótano se encontraba la imprenta del movimiento nacionalista Canarias Libre, vinculado al abogado y político Fernando Sagaseta. El presidente de Ínsula Signa defiende que no rescatan los rótulos para tenerlos guardados en un almacén. Lo ideal y utópico sería que se mantuvieran donde siempre han estado, pero es complicado.

Entre los proyectos de este colectivo destacan la edición de un libro con fotografías y documentación, talleres para jóvenes interesados profesionalmente en la rotulación o un museo de rótulos abierto al público. En ese hipotético museo les gustaría que estuviera un rótulo que Medina trata de documentar a través de fotografías para una posible recreación en el futuro, ya que cree que su destino, como el de tantos otros, fue la destrucción. Es el del parque de atracciones TIVOLI, que permaneció durante muchos años en la entrada Sur de Las Palmas de Gran Canaria. Y Jaime desvela otro históricos que les gustaría rescatar y que sí se mantiene un último modelo: el de Maya.

Seguro que Jaime Medina nos ha hecho mirar hacia arriba, hacia los rótulos comerciales con otros ojos. Si ustedes poseen o detectan algún rótulo de interés que quieran cederles, están en las redes sociales. En instagram como insula_signa.