Predicar la bondad y practicar la maldad
Predicar la bondad y practicar la maldad
Canarias
La impunidad es el gran aliado de los abusadores. Sin ella, muchos de los delitos que se comenten se evitarían.
Y si además de la posición de superioridad, se aprovechan del silencio cómplice de una institución, que los ampara en lugar de cuestionarlos, la víctima no tiene nada que hacer para defenderse.
Esto es lo que ha ocurrido durante décadas en la Iglesia a puerta cerrada.
De haberla mantenido abierta, aunque fuera una simple rendija, los menores abusados sexualmente habrían encontrado, muy probablemente, el modo de denunciarlos. Pero los abandonamos a su suerte, confiados en la Iglesia que predicaba la bondad y practicaba la maldad.
Oír en primera persona el relato de estos abusos es durísimo, pero necesario para que se haga Justicia y ellos pueden superar el trauma. Ahora es la Iglesia, en su conjunto, la que está en cuestión. Deben pagar los autores por sus delitos; y los superiores, por su silencio.
Mirar para otro lado, seguir haciéndonos los ciegos y sordos, como si eso no fuera con nosotros, nos hace igualmente cómplices.
Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación...He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, y he sido corresponsal en Canarias de varios medios nacionales, entre ellos El País. Licenciada en Ciencias de la Información y en Derecho, en la Cadena SER ejerzo como directora de Contenidos en Canarias.