Historias de la lista de espera: "los políticos viven en otro planeta, estos son los problemas reales"
Desde las citas con especialistas para 2023 hasta la resignación de gastar una herencia para acudir a la privada. Los oyentes de Radio Club Tenerife denuncian los retrasos de la sanidad pública de Canarias
Santa Cruz de Tenerife
"Llevamos así décadas. Después dicen los políticos que vayamos a votar. ¿A quién votas? ¿Qué haces? Nadie nos da las soluciones reales a los problemas que tenemos en la calle. Es un médico, es la alimentación, es la luz, el agua. Ellos viven en otro planeta". Cuando descolgamos el teléfono para llamar a Carmen, una de nuestras fieles oyentes, esperábamos la resignación propia de una madre cuyo hijo todavía no ha sido atendido en una consulta especialista. Lo que no esperábamos era la claridad con la que explica la desafección política en la que se traducen los retrasos en la sanidad pública de Canarias.
Fue el viernes cuando el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, hizo un nuevo balance semestral de la lista de espera. En el apartado quirúrgico, el número de pacientes que están en situación de ser intervenidos creció un 7,2 por ciento entre enero y junio de 2022, hasta los 32.918. Los dirigentes expusieron entonces que el 63 por ciento de esas operaciones pendientes se concentran en tres especialidades: traumatología, oftalmología y cirugía general. También que la demora media es de 143,5 días, mientras que la mediana (lo que espera la mayoría) es de 86 días. Casi tres meses. Y todo ello pese a la activación del Plan Aborda con el que el gobierno regional ha tratado de dar un vuelco al sistema sanitario y que ha permitido aumentar las intervenciones en un 2,6 por ciento.
El consejero insistió en las consecuencias que ha tenido el Covid-19 en las listas de espera a la par que explicó que las consultas con especialistas se incrementaron el pasado semestre en más de un 9 por ciento. También se redujo el número de personas pendientes de pruebas diagnósticas en un 5,2 por ciento y aumentó la realización de las mismas.
Historia de la lista de espera en Canarias
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No se trata del caso de Carmen, que permanece esperando a que su hijo, con autismo y valoración preferente (no urgente), sea atendido por un especialista. "Tiene un problema en un pie. Se le operó y se le volvió a reproducir (...) Llamé y me dijeron que tenía cita. Lo primero que hice fue soltar una carcajada porque esto fue en febrero o marzo y tengo la cita para el próximo marzo de 2023", ha señalado en la SER pidiendo empatía a los políticos: "póngase usted en la lista de espera y vívalo en su propia carne".
En la misma situación se encuentra Elisa, una paciente que, además de fibromialgia, sufre una crisis de asma. Tras acudir varias veces a urgencias, un neumólogo la derivó para que le realizaran una radiografía que no llegará hasta julio de 2023. "Yo no tengo posibilidades de ir a una sanidad privada porque no dispongo de un sueldo, estoy parada. Todo se complica. Estoy a base de inhaladores y de escapar como se pueda", ha asegurado. Sin saberlo o a conciencia, durante su entrevista Elisa abordó otra de las grandes consecuencias de las demoras en la sanidad pública: la diferenciación que se crea entre ciudadanos iguales frente a un derecho básico.
Quien sí pudo acudir a una clínica privada, tirando de ahorros, fue Francisco. Este paciente enfermo de glaucoma ha recordado en la SER cómo tras una revisión periódica los especialistas detectaron que debía operarse. "Cuando fui a recoger la petición (de intervención), me habían dado cita para 2023. Si yo no hubiera podido pagarme esa operación me hubiera quedado ciego. Por lo menos en el ojo derecho hubiese perdido totalmente la vista", ha señalado explicando que tuvo que tirar de la herencia de su madre para poder hacer frente a los costes sanitarios.