Un vulcanólogo da en el clavo sobre los gases del volcán de La Palma: "Esto depende de las altas esferas del Gobierno"
"Es un anuncio que se tiene que ejecutar desde las altas esferas del Gobierno", ha dicho el vulcanólogo del IGN Stavros Meditlidis sobre la instalación de una red de sensores de medición de gases en Puerto Naos que podría permitir la vuelta de más de 1.000 vecinos a sus casas
Tenerife
En Puerto Naos y La Bombilla, en La Palma, hay unas 2.000 personas fuera de sus casas, decenas de negocios cerrados y un hotel con más de 1.000 camas totalmente vacío. Unas 250 personas se dieron cita en el terrero de lucha de Los Llanos de Aridane en una convocatoria para escuchar y hacer preguntas sobre la presencia y la gestión de gases tóxicos en Puerto Naos y La Bombilla. Ante los vecinos, la comunidad científica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto Geográfico y Minero de España (IGME), el Instituto Volcanológico de Canarias (Invocan), la dirección de la emergencia, Salud Pública y catedráticos de la Universidad de La Laguna. "Una red de sensores se va a instalar en Puerto Naos a diferentes alturas para conocer la viabilidad para dar acceso a diferentes zonas, sectorizandolo", explicaron durante la reunión.
Lo científicos explicaron que los gases que mantienen a casi 2.000 personas fuera de sus casas en Puerto Naos y La Bombilla y miles de camas turísticas bloqueadas son de origen volcánico y no provienen de fosas sépticas. Su orígen está en una rotura del subsuelo provocada por la erupción que ha abierto cámaras y grietas por las que los gases escapan a la superficie de manera continua, como respuesta a la presión que ejerce el magma procedente de profundidades de entre 12 y 14 kilómetros, que busca ocupar espacios dejados por la erupción. Una situación que los científicos coincidieron en que resulta imposible determinar durante cuánto tiempo se va a mantener.
Sonidos de la reunión de los vecinos de Puerto Naos y La Bombilla y los científicos
El Estado llega tarde: la red de sensores que permitiría la vuelta de los vecinos depende de la voluntad del Gobierno
"Se nos ha dicho que hay que hacer un estudio previo, hay que hacer una solicitud de esos equipos y que se empezarán a instalar en las primeras semanas del año 2023", explicó Alexis Hernández, vecino de Puerto Naos. "Esto, para todos los que estamos aquí, creo que ya es demasiado tarde. Estamos pidiendo soluciones desde hace meses y a día de hoy nos encontramos con un problema aun mayor del que teníamos hace meses", añadió. "Fue un compromiso con la isla, no es el IGN quien lleva la red que se ha propuesto instalar en esa zona. Está claro que yo no puedo matizar sobre esa propuesta, me imagino que habrá un mecanismo de crédito para canalizar esa red, pero no tengo más información de la que usted ha dicho", respondió Stavros Medeltilis, vulcanólogo del IGN.
"Es un anuncio que se tiene que ejecutar desde las altas esferas del Gobierno", añádió el vulcanólogo. "Estoy seguro de que cuando exista ese crédito y empiece la instalación se anunciará y todos serán testigos, pero lamento decirles que no se más", concluyó Stavros. Los vecinos, desesperados, confían en esta red propuesta por la ciencia desde hace meses, un recurso para distribuir una red de sensores y un ordenador que gestione en tiempo real todos los datos para dar la alarma en caso de grandes concentraciones en edificios concretos. Un año ha transcurrido desde que las personas que residen en Puerto Naos y La Bombilla se marcharon sin poder volver.
Más información
La instalación de la red de sensores es la única esperanza para la vuelta de estos cientos de vecinos a sus casas
El 16 de agosto el Gobierno de España se comprometía a hacer frente a esa demanda con tres millones de euros. Un mes después, Alexis Hernández, vecino de Puerto Naos planteaba esta posibilidad y respondía el vulcanólogo del IGN Stavros Melitlidis, que se sumaba al coordinador de Involcan, Nemesio Pérez, con una respuesta contundente: el Estado llega tarde a este problema. La semana pasada, el comisionado para la reconstrucción aseguraba que esos fondos se adelantarían, pero aún así, es necesario que se hagan efectivos, adquirir los equipos, calibrarlos y ponerlos en funcionamiento para comenzar a analizar los resultados antes de determinar la posibilidad de convivir con el problema.