Opinión

El acoso escolar y la ventana

La Mirada de Marta Cantero

El acoso escolar y la ventana

Canarias

Imaginen la escena: una niña está sentada en la cama de su habitación, sin ánimos para salir de casa y volver a la clase en la que se burlan de ella, la insultan y empujan. Nadie hace nada por sacarla de ahí. Esto es lo que tiene cuando, en un momento dado, se acerca a la ventana y salta. Afortunadamente, sobrevivió.

Mientras eso ocurría en Zaragoza; en Canarias, compañeros de colegio de un niño de 12 años, con atrofia muscular, lo insultan y denigran. En ambos casos, los padres han denunciado, pero el colegio y las autoridades educativas han mirado a otro lado.

Detectar el acoso escolar no es fácil, porque los abusadores actúan siempre cuando no hay adultos alrededor. Pero en ocasiones, como estas, no es difícil discernir que lo que ocurre no son "cosas de niños", sino "casos de bullying": las víctimas se han atrevido a contarlo. Son solo el 15% de las que sufren el acoso. Y aún así, no se aplica el protocolo. Los dejamos solos. Y es entonces cuando la única salida que ven es una ventana.

Canarias está entre las cuatro comunidades con al menos un centenar de casos de acoso escolar al año. ¡Cien menores, frente a sus ventanas!